El trayecto en tren desde Blanes (Girona) a Barcelona ha sido una angustia desde septiembre para Paula, una joven de 18 años que se ha sentido acosada en reiteradas ocasiones por un vigilante de seguridad del servicio de Rodalies de Cataluña.
"Una persona que se supone que tiene que velar por la seguridad de los demás me ha estado intimidando desde que empecé el curso. Se queda mirándome como si fuese un caramelo y que le estoy apeteciendo. O que si te tiro un beso. Eso incomoda", explica la afectada a Informativos Telecinco sobre unos hechos que le han generado ansiedad.
La última ocasión en la que ha compartido vagón con el vigilante ha sido esta semana, cuando se puso en frente de ella con los brazos en los asientos. "Me subí al tren en el último vagón porque de reojo vi que él iba a entrar al mismo. Y en cuanto me vio se acercó. Empezó a mirarme de forma intimidante", recuerda Paula.
En ese momento, no había mucha afluencia de pasajeros en el tren. "Cuando sale de Blanes y va por Pineda aún no está lleno. Se estaba riendo con el compañero, que le miraba, pero no hacía nada"
Una situación que decidió inmortalizar. "Cogí el móvil y empecé a grabar. Le veía a través de la pantalla En ningún momento le miré. Ni una palabra". Posteriormente, Paula decidió compartirlo en redes sociales. "Con la ansiedad y los nervios decidí subirlo y que llegue lo lejos que pueda llegar. Realmente mi objetivo era que no le pasase a más chicas".
Las imágenes llegaron hasta el servicio de Rodalies, que el miércoles retiró del servicio y suspendió cautelarmente al vigilante hasta aclarar completamente su comportamiento en el ejercicio de su trabajo diario en los vagones.
"El vídeo se viralizó. El objetivo era que se enterase la gente, pero sobre todo para que no le pasase a nadie más. Un vigilante te tiene que dar seguridad y en este caso todo lo contrario", reconoce la afectada, que coge el tren hasta la capital catalana, desde el inicio de curso escolar, para ir a las prácticas y a estudiar.
Un miedo que sigue acompañando a Paula tras dar a conocer la situación que ha sufrido en el último mes y medio. "Quién me asegura a mí que mañana me suba al tren y no esté ahí. O que venga a hablarme o decirme cualquier cosa por grabarle", añade.
La joven decidió interponer una denuncia a los Mossos d'Esquadra y ha pedido una orden de alejamiento. "Me lo puedo encontrar en el tren porque puede subir igual que yo".
El servicio de Rodalies atendió la queja de la usuaria y le respondió también a través de las redes sociales: "Lamentamos profundamente esta situación. Tal como te hemos comunicado por mensaje privado, de forma inmediata lo hemos puesto en conocimiento de la empresa de seguridad para que pueda tomar las medidas pertinentes para que este tipo de situaciones no se vuelvan a producir".
Renfe sólo ha solicitado que se aparte al vigilante, que ahora mismo está de baja y que podría ser recolocado cuando vuelva, según fuentes sindicales.
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