Recuperarse de un ictus en cuestión de días es lo que ha vivido un vecino de Taradell (Barcelona) a sus 77 años. Se trata de Josep Roset, el primer paciente del programa One Step Ictus del Hospital Vall d'Hebrón, que permite reducir el tiempo de abordaje del ictus de 70 a 17 minutos.
Un revolucionario sistema que le ha permitido mantener su energía y fortaleza tras sufrir un gran varapalo el pasado 25 de agosto, que le dejó medio cuerpo paralizado. Sin embargo, su recuperación ha sido tan espectacular que ahora puede hacer vida totalmente normal. "Puedo caminar, bailar con mi mujer e ir en bicicleta", explica Josep a Informativos Telecinco.
En su caso, el vecino del municipio catalán se cayó en su domicilio de madrugada y en cuestión de dos horas ya estaba siendo intervenido.
"Me caí, me quería levantar y no podía. No sabía qué me pasaba. Me agarraba a la barra y no podía levantarme. Llamé a mi mujer. Pasó todo muy rápido, En seguida vinieron a verme. Me dijeron que me riese, y enseñe los dientes postizos", recuerda Josep Roset sobre una situación que no pudo frenar sus ganas de vivir.
El hombre de 77 años escuchó en la ambulancia como el técnico de emergencias hablaba con su mujer. "En aquel momento estaba empeorando, pero después de operarme ya movía todo el cuerpo".
De hecho, al día siguiente ya se pudo duchar solo. "Estuve cuatro días hospitalizado. Cuando volví a casa pude hacer vida normal". Un "milagro", aunque Josep reconoce que es gracias "al trabajo de los médicos y de los aparatos nuevos".
La recuperación fue en tiempo récord. Incluso se fue en ruta antes de lo que esperaba. "Los primeros días ya fui en bicicleta con mi hija e hice diez kilómetros". Desde entonces, también camina sin problema y realiza trabajos manuales en su antiguo taller: "Me gusta mucho".
La única secuela que le queda es el miedo "por si te vuelves a caer o si te pasa otra cosa corriendo". Pese a ello, Josep siempre estará agradecido al Hospital Vall d'Hebrón por su actuación. "Todo fue muy rápido y esto es de agradecer porque a mí me salvaron la vida".
La maquinaria One Step Ictus es una instalación pionera en Europa y única en España, con la que dan una respuesta más efectiva a los pacientes que sufran ictus isquémico o hemorrágico.
Esta instalación permite que el paciente ya diagnosticado llegue al hospital y sea introducido directamente en una sala, sin pasar ni por urgencias ni por cribajes. De esta forma se reduce hasta en 30 minutos el tiempo de espera, algo crucial en casos de ictus, donde cada minuto cuenta.
Por otro lado, la maquinaria integra un angiógrafo y la máquina de TAC en un mismo aparato, lo que acelera todavía más la intervención. Gracias a ello, estiman que entre 500 y 600 personas se podrán beneficiar de esta nueva tecnología.
El sistema permite duplicar la probabilidad de un buen pronóstico funcional de los pacientes con ictus más graves y desde el hospital calculan que un 48% pueden llegar a conseguir una recuperación clínica "casi total".