Las monitoras de un colegio de Vallirana, en Barcelona, acusadas de agresiones sexuales contra dos alumnos del centro, les decían a los niños que era un juego. Una de ellas habría llevado a cabo los abusos. La otra los habría ocultado.
El caso salió a la luz cuando las víctimas de las agresiones sexuales contaron a sus padres lo que les ocurría a la hora del comedor.
Una de las monitoras los apartaba y les hacía tocamientos en sus genitales con el argumento de que era un juego, según el relato de las víctimas.
La madre de una de las víctimas ha explicado en el programa de Telecinco TardeAR cómo se enteró de lo que pasada. "Mi hija me dijo que es un juego y que le hacía pupa", ha afirmado la mujer.
Un día tras el baño la madre se dio cuenta de que la pequeña tenía crema en los genitales. Cuando le preguntó quién se la había puesto le djo que a la hora del comedor jugaban a los médicos. “Es un juego que ella me mete el dedo y me hace pupa, yo no quiero, pero ella no me deja”, ha explicado.
Su marido ha contado que la niña hacía referencia a una monitora y "nos dijo también que había una amiguita con ella, llamamos a sus padres, ellos le sacaron información a la niña y coincidían en que les hacía pupa y que en la hora del comedor jugaban a médicos y les hacía todo tipo de cosas”.
Los padres pusieron el caso en conocimiento del colegio, que el lunes 23 apartó a las dos monitoras de sus puestos. Una de ellas sería la autora de las agresiones a las alumnas y la otra podría haber encubierto los hechos.
Tanto la Generalitat, como los Mossos y la Fundación para la que trabajan estas dos personas están investigando los hechos. Ambas han sido ya denunciadas por delitos de agresión sexual a menores. Podría haber más casos en el centro.