La Universidad de Barcelona (UB) renuncia al lenguaje inclusivo y utilizará de nuevo el masculino "como genérico" en sus textos normativos, al considerar que desde el punto de vista lingüístico "no excluye a las mujeres ni a las personas binarias".
Esta decisión ha quedado registrada en una instrucción de la institución, que utilizará la forma masculina como genérica, excepto en los casos donde se puedan "generar ambigüedades, imprecisiones o redactados de difícil interpretación".
La universidad ha establecido estas normas en una instrucción, con fecha de 27 de julio, manteniendo "la eficacia normativa y la seguridad jurídica propias de reglamentos, instrucciones, protocolos de cumplimiento obligatorio y otras normas exigen una redacción clara, concisa y precisa y entendedora".
En el caso de disposiciones normativas "sensibles", cuyo objeto regule la cuestión del género o la igualdad, sí se admite "excepcionalmente" el uso discrecional de las formas dobles en singular (masculino y femenino a la vez) cuando exista la necesidad explícita de visibilizar la presencia de las mujeres.
El texto también menciona que las referencias a cargos y profesiones "no permitan estrategias inclusivas, ágiles y naturales", como cambios de redacción o el uso de motes "colectivos, invariables o no marcadas".
Esta decisión no ha generado consenso en redes sociales, donde la Asamblea Feminista de la UB ha pedido la rectificación de la institución universitaria: "¿Cómo puede ser? La Universidad debe rectificar inmediatamente esta instrucción. ¡Plantaremos cara! ¡Ni un paso atrás!".
Para otros, la instrucción ha sido aplaudida, como es el caso de la economista y profesora Elisenda Paluzie. "Me parece muy bien y muy equilibrada", ha expresado en redes sociales, donde ha destacado uno de los puntos del texto, que "permite la visibilización sin caer en desdoblamientos sistemáticos, sin sentido y estilísticamente nefastos".
De hecho, para Elisenda Paluzie, esta decisión es "el mejor homenaje a Carme Junyent que le podía hacer la UB", en referencia a la lingüista recientemente fallecida que defendía que “el lenguaje inclusivo es una ideología” y que “no aporta nada en el avance de la igualdad entre hombres y mujeres”.