El Zoo de Barcelona ha perdido a uno de sus habitantes más queridos. Se trata de Pedro, el rinoceronte blanco más longevo de Europa, que ha muerto este lunes a causa de su avanzada edad.
El animal entró días atrás en un proceso de debilitación, con un estado "cada vez más delicado que no se ha podido revertir", según han explicado fuentes del parque zoológico de la capital catalana.
La edad exacta del rinoceronte no se conoce, pero con los registros aduaneros existentes se estima que podría tener entre 53 y 54 años. "Teniendo en cuenta que la esperanza máxima de vida de la especie es de entre 40 y 50 años, era el rinoceronte más viejo de Europa y uno de los cuatro más longevos de los 800 que hay en todo el mundo", ha explicado el Zoo de Barcelona.
Pedro llegó a Barcelona el 2 de diciembre del 2003, proveniente de otra instalación zoológica a petición de la Administración responsable de encontrarle un nuevo hogar que garantizara el cuidado y bienestar del animal.
De este modo, el rinoceronte se trasladó desde Sudáfrica en "un contexto social diferente al actual en que el movimiento de animales no estaba tan regulado por la legislación internacional como en la actualidad".
Así llegó al Zoo de Barcelona, donde encontró refugio y condiciones de vida adecuadas para su especie. Sin embargo, en los últimos años había recibido atención geriátrica especializada para minimizar, entre otras dolencias, los problemas articulares que sufría.
Pedro era "tranquilo y sociable, de talante positivo y siempre dispuesto a interaccionar con sus cuidadores". Un animal "muy querido por todos, un ejemplar que ha recibido en estos años el máximo cuidado por parte del equipo técnico del Zoo, que le ha procurado las atenciones necesarias", ha detallado el director del Zoo de Barcelona, Antoni Alarcon.
"Representa uno de los propósitos más significativos del Zoo de Barcelona a día de hoy, ser refugio y garante del bienestar de animales que requieren de una protección especial, ya sea porque son de una especie amenazada en su hábitat natural o porque tienen necesidades especiales fruto de su propia historia”, ha culminado.
El rinoceronte blanco meridional (Ceratotherium simum simum), es una subespecie clasificada como 'Casi amenazada' en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y para la que existe un programa de conservación de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA).
A pesar de que hasta hace poco se encontraba en grave peligro de extinción, como todos los otros rinocerontes, a causa de la caza furtiva para obtener los cuernos, el rinoceronte blanco meridional es el que mejor se ha recuperado los últimos años gracias a la estricta protección que se le ha otorgado.
Antes vivían tan solo en Sudáfrica, pero últimamente han sido reintroducidos a otros lugares como Botsuana, Namibia, Zambia, Kenia o Zimbabue.
El rinoceronte blanco es la especie más grande de las cinco existentes. Algunos ejemplares llegan a medir hasta casi dos metros de altura y cuatro de longitud, con un peso superior a 3.500 kilos.
El Zoo ha acogido a lo largo de los años diferentes animales de edad muy avanzada, como el rinoceronte Pedro y las elefantas Susi, Yoyo y Bully, con necesidades físicas y emocionales específicas.
Esto lo ha convertido en un centro líder en cuidados geriátricos, una especialización que se ha hecho de la mano del Centro de Educación en Bienestar de Animales de Zoológico de la Universitat Autònoma de Barcelona (ZAWEC) y ha permitido situar el Zoo de Barcelona como un referente internacional en la cura y el bienestar de estos animales.