Una de las gemelas de Sabadell (Barcelona) acusadas de haber asesinado al novio de la otra, tuvo una conversación con su cónyuge días antes del crimen, donde se intercambiaron mensajes sobre la posibilidad de usar una pistola táser para matarlo, aunque no llegaron a utilizarla.
Isaac, que ya confesó el crimen con una barra metálica durante el juicio, había enviado un vídeo a su novia Pilar mostrando la pistola: "Mira qué chispazo. No sé qué decirte, esto tira a base de bien. Esto fríe... Si nada más con el ruido que hace da miedo".
Este fragmento se ha reproducido este lunes en la cuarta sesión del juicio con jurado popular en la Audiencia de Barcelona, donde el hombre también se refirió a la pistola táser en otros mensajes de audio.
"Creo que 12.000 voltios una persona se fulmina, se electrocuta, pero si dices que no, que más grande, pues más grande", añadió Isaac, quien propuso a Pilar que buscara un dispositivo más potente si no estaba segura: "Total, para una vez que va a ser, lo que tú veas. Pero esto, con los chispazos que pega, te tienes que quedar muy doblado", culminó.
Por su parte, Pilar reconoció estar hecha un lío. "Una vez que esté frito, ahí se machaca, digo, no sé... Se podría probar, yo qué sé (...) Es bastante, ¿eh? Son 2.000 voltios (según dijo después la acusada, contradiciendo a su pareja), si va en el sitio clave... pues sí".
La acusada también se refirió a su hermana Dolores, quien estaba "chunga, chunga, chunga", y que no "aguanta más", a la vez que emplazó a Isaac a conseguir cloroformo "para dormirlo y luego... eso, ¿sabes? Porque (su hermana) de este viernes no quiere que pase ya, y yo estoy de acuerdo con eso".
De este modo, Pilar añadió que si conseguían "eso" para que su hermana "le duerma", ellos podrían "rematarlo". "Pues se hace el viernes por la noche, yo me pido el día personal".
Este lunes también han comparecido en el juicio los forenses que hicieron el levantamiento del cadáver y la autopsia, y en consonancia con la confesión del acusado han explicado que la víctima tenía el cráneo con huesos fracturados, "muy deformado, estaba como hundido, chafado y salían restos de masa encefálica".
El hombre tenía en la cabeza varias lesiones parecidas y paralelas o en una posición similar, y los forenses han explicado que esto significa que se hicieron estando el agresor y la víctima en la misma posición, probablemente con el primero inmovilizado.
Los psiquiatras y psicólogos que evaluaron a los acusados también han comparecido este lunes, concluyendo que ninguno de los tres tenía una enfermedad mental o alguna afectación que en el momento del crimen les impidiera ser conscientes de lo que hacían.
A la pareja de la víctima la han descrito como una persona dependiente, mencionando en este sentido a su gemela, y han señalado que meses antes del crimen ya había explicado a su médico de cabecera episodios de violencia de género con su pareja, la víctima.
"No había una empatía hacia la persona fallecida: el rasgo más relevante era que quería estar con su hermana, la situación era muy complicada porque se encontró sola, sin recursos económicos, con una pérdida de su actividad laboral, con una familia con la que ella ya no tenía contacto", ha subrayado una forense.
Sobre la cuñada de la víctima han señalado que tenía ansiedad y depresión, aunque "no tenía alteración de la memoria ni de ninguna función mental".