Disuadir a los conductores 'piratas' no es la única labor que Ahmed realiza en sus patrullas de vigilancia en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat. Un cometido en el que el hombre, de nacionalidad marroquí, también aprovecha para ayudar a los más desfavorecidos. Es el caso de Oussama, en paradero desconocido para su familia desde hace cinco años y que han vuelto a saber de él gracias a su compatriota y la ayuda de las redes sociales.
"Antes de taxista, soy humano. Cuando ves una cosa rara en la calle tienes que ayudar. Es lo que me ha pasado". Así relata el taxista el momento en el que encontró a Oussama deambulando por las inmediaciones del aeropuerto y buscando comida en el interior de la basura, mientras él participaba en la iniciativa de antipiratas, intrusismo y captación ilegal de la Associació Nova Generació de Taxistes (ANGET).
Un contacto visual en el que Ahmed no dudó en acercarse e interesarse en su situación. "Me dijo que vivía en Kenitra (Marruecos), que tenía familia en Barcelona, pero no sabía dónde estaba". En ese momento, el taxista sacó su móvil y con el permiso de Oussama subió un vídeo a TikTok pidiendo ayuda para encontrar a sus seres queridos.
"Yo solo no podía ayudarlo y gracias a la gente, el vídeo llegó hasta su familia en Marruecos", recuerda Ahmed, sobre un clip viral que sirvió para que la madre del joven desfavorecido le contactase. "Me dijo que era su hijo. Estaba llorando, pensaba que estaba muerto".
Una alegría desmedida que se truncó al no ver a Oussama de nuevo en el aeropuerto. "Les hice un favor, pero el chico no estaba. Me quedé raro y tenía que cumplir. No iba a parar hasta encontrarlo. Si empiezo una cosa tengo que acabarla". De este modo, Ahmed no desistió en el intento de reunir al joven con su familia.
"Pude contactar con la familia, que vive en El Prat. Solo faltaba encontrar a Oussama. Pregunté a personas de limpieza y a la policía, pero nadie sabía nada. Incluso fui a la comisaría", reconoce el taxista, que estuvo tres días, mañana y noche, buscando a su compatriota.
Tras la desesperación, Ahmed decidió subir otro vídeo a TikTok con una foto del desaparecido y repartió tarjetas de visita entre la comunidad marroquí que veía por El Prat. "Un par de personas me dijeron que lo habían visto por la ciudad, así que no perdimos los ánimos". Gracias a su labor incansable, una noche a las 23:00 horas recibió la llamada de una persona que decía estar junto a Oussama.
"Le dije que no se fuera y que me acercaba en un momento tras dejar un cliente. En la foto salía con la barba mal y cuando lo vieron era otro. No lo reconocí", añade el taxista, quien llamó a la madre al encontrarle. "Estaba muy contenta y quería pagarme, pero le dije que un favor no se cobra. Oussama no sabía que tenía familia aquí y le llevé hasta su familia".
Una historia con final feliz que para el portavoz de ANGET, Munir Ahoui, da sentido a las patrullas de los taxistas en el aeropuerto. "Dentro de las desgracias que han pasado en Marruecos, es un contraste muy positivo. Te emociona y te hace seguir hacia adelante. Si en todo este tiempo hemos hecho las patrullas solo para que una madre haya encontrado a su hijo, pues adelante".