Diez de los pacientes de Àlex Florensa en el Centre Eines de Sant Cugat del Vallès (Barcelona) recorrerán Cataluña andando durante un mes como parte de su tratamiento en la lucha contra las adicciones. Esta hazaña les llevará desde Vielha (Lleida) hasta Sant Cugat, pasando por Sant Gregori (Girona), Alcanar (Tarragona) y una veintena de municipios más hasta completar 800 kilómetros, desde el 23 de agosto hasta el 23 de septiembre.
En el proyecto Transeines "damos las herramientas para que vuelvan a sentir", explica Florensa, sobre una de las claves de la rehabilitación de las personas adictas a alguna sustancia. "Una persona que consume drogas no siente, no tiene ganas de vivir porque tiene los neurotransmisores atrofiados y hay que reactivar la segregación de endorfinas", detalla sobre la importancia del deporte y la actividad física en un proceso de recuperación de las adicciones.
"El deporte es una de las mejores medicinas", sentencia. Según cuenta este psicólogo, la adicción a las drogas afecta de manera directa al cerebro, "el ordenador central del cuerpo", lo que también degenera en un "atrofiamiento de la musculatura, la pérdida de peso y un estilo de vida sedentario y nocivo". Pero gracias al deporte, los neurotransmisores "segregan 'drogas naturales', como la serotonina o la dopamina", las cuales ayudarán a la persona adicta a despojarse de la necesidad de consumir determinadas sustancias.
Florensa sufrió una grave adicción de la cual pudo recuperarse hace años. Desde entonces se dedicó a estudiar para convertirse en psicólogo clínico experto en la drogodependencia y trastornos mentales, entrenador personal y guía de montaña, lo que le permite incluir el deporte al tratamiento psicológico de cura para las adicciones en un centro de día del el municipio barcelonés.
Desde 2018, ha incorporado este formato de tratamiento intensivo e itinerante a las dinámicas de rehabilitación, enfocado a hombres y mujeres con adicciones a diferentes sustancias que ya estén en un estado relativamente avanzado del proceso, el cual les permite mejorar exponencialmente en un tiempo muy corto.
Los participantes en la Transeines seguirán una rutina diaria en la que, tras levantarse a las seis de la mañana, desayunarán y emprenderán la etapa del día, de entre veinte y treinta kilómetros hasta llegar al siguiente destino.
Las rutas planeadas para cada día son en si mismas sesiones de terapia grupal en movimiento: "Mientras caminas las personas se abren mucho más y te cuentan cosas que de otro modo no explicarían porque están creando endorfinas", asegura el psicólogo.
Al llegar al campamento, los pacientes podrán comer, lavarse la ropa, descansar, leer y escribir un diario personal de ruta, en el que cada día se trabajará un valor, un sentimiento o una emoción, en base a las reflexiones surgidas en la caminata.
Además, una o dos veces a la semana, de manera rotativa, los pacientes formarán el equipo de apoyo, capitaneado por otro paciente en un estado más avanzado de la rehabilitación. Este equipo no camina, sino que se encarga de preparar los menús del día, desmontar el campamento por la mañana y montarlo de nuevo en el siguiente punto de la travesía, en espacios cedidos por los diferentes ayuntamientos, como terrenos de acampada o polideportivos municipales. "Es tan importante aprender a caminar, siendo protagonista, como formar parte del equipo que ayuda a otro a conseguir sus objetivos", asiente Florensa sobre este sistema de intendencia.
"Casi todos los que vienen se acaban rehabilitando bien", asegura con rotundidad Àlex Florensa, con los resultados en la mano de las tres ediciones completadas en 2018, 2019 y 2022. "El cambio en los pacientes es espectacular porque el tratamiento es muy intensivo, tienen un terapeuta a su servicio las 24 horas del día", explica.
Y asegura que el mayor éxito de estos pacientes, así como de cualquiera en tratamiento contra las adicciones es "volver a vivir y darse cuenta que vivir vale la pena".
Por este motivo, Florensa asegura que los participantes en la Transeines de este año "tienen muchas ganas de asumir el reto y empezar la ruta".
Además del tratamiento itinerante para los pacientes, el Centre Eines colabora en cada municipio en el que duermen con conferencias "para luchar contra el estigma de las adicciones" en las que participan el terapeuta y algunos de los pacientes.
En ellas, Florensa se propone como objetivo dar herramientas a tantas personas como sea posible sobre cómo detectar las adicciones, cómo prevenirlas y cómo luchar contra ellas. El psicólogo asegura que uno de los mayores problemas es que "la enfermedad de la adicción está muy estigmatizada, a la gente le avergüenza ser adicta o tener a un adicto en la familia", lo que dificulta el acceso a las herramientas para la recuperación.
"Mi intención es llegar a toda Cataluña a pie para sensibilizar sobre la enfermedad de la adicción", asume Àlex Florensa sobre un objetivo secundario de la Transeines, que ya le ha llevado a recorrer 6.000 kilómetros a través de más de 140 municipios.