Estefany Zapata y Jonathan Ferrer son dos jóvenes que han recuperado las ganas de estudiar gracias a la Escuela de Segundas Oportunidades en Barcelona, que ha cumplido su cometido después de que ambos llegaran al centro tras desvincularse de las aulas por falta de motivación. Este espacio les ha permitido volver a confiar en sus capacidades y ser los protagonistas de su futuro.
Es el caso de la joven hondureña de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), que a los 20 años aspira a ser enfermera tras su vuelta a los pupitres. "Abandoné el bachillerato porque no estaba cómoda. Sentí que no encajaba y lo dejé en la pandemia".
Esta situación le hizo frenar en seco su visión de futuro con 17 años. "No sé dónde estaría si no hubiese ido a esta escuela. Ha sido una luz que me he ayudado a seguir y no perder la esperanza". Una segunda oportunidad que le ha abierto puertas que su familia en ningún caso podía permitirse. "No estaba bien en lo económico para pagarme un estudio. La Formación Profesional (FP) es cara. Muchas veces no es que no quieras estudiar, es que la situación te obliga a dejarlo a un lado".
El centro municipal de la capital catalana tiene como objetivo rehacer trayectorias educativas para jóvenes de entre 16 y 21 años, que han interrumpido su itinerario en la etapa obligatoria o posobligatoria. Es el caso de Estefany, quien se ha graduado este curso tras dos años en un programa formativo que le ha permitido probar diferentes profesiones y encontrar su vocación.
"En el primer curso hicimos formaciones de comercio, monitora de tiempo libre, enfermería, estética y gastronomía. También podíamos probar otras cosas, pero en mi caso probé auxiliar de enfermería y me gustó". De este modo, la joven empezó el Grado Medio de Enfermería. "Me gusta muchísimo. He descubierto que es lo mío al probarlo", reconoce Estefany, uno de los 95 jóvenes que han tenido un seguimiento permanente para garantizar el éxito de su transición hacia una autonomía e independencia más amplia.
"Todos tenemos una segunda oportunidad, hasta una tercera y una cuarta. Hay que buscar la manera y las formas. Lo importante es tener la fe en poder seguir. El ‘no puedo’ es solo una etapa, pero si eres consciente la superarás", culmina la estudiante.
Jonathan Ferrer repitió sexto de primaria y segundo de la ESO. Una falta de motivación que le llevó a dejar el instituto con 15 años. "No hacía nada. Iba, me paseaba por el colegio hasta la hora de salir y volvía a casa". Aquel mismo curso entró en la Escuela de Segundas Oportunidades, donde recuperó la confianza.
Dos años más tarde, el joven acaba en cuestión de días las prácticas en el Programa de Cualificación Profesional Inicial (PCPI) de Informática y empezará el Grado Medio el curso que viene.
"Sin la ESO no puedes acceder. Ahora me veo motivado para seguir estudiando, a diferencia de cuando dejé el instituto". Y lo hará en el ámbito de la informática. "Ya lo tenía pensado cuando entré a la escuela, pero tampoco me ha venido mal probar diferentes oficios".
El miércoles 21 de junio se entregaron los diplomas de la promoción 2021-2023. El acto contó con la participación del alcalde, Jaume Collboni, y se diplomaron un total de 24 jóvenes, que han completado el programa de la escuela y que, por tanto, han definido su propio proyecto personal, retornando al sistema educativo a través de la formación profesional, de los certificados de profesionalidad y de algunas formaciones a medida.
En este sentido, el próximo curso, la mayoría de las personas diplomadas continuarán con sus estudios e, incluso, algunas iniciarán una etapa de inserción laboral. Finalizarán su etapa en la Escuela de Segundas Oportunidades, pero mantendrán el contacto.
Para acceder a este servicio socioeducativo, los jóvenes pueden hacerlo mediante la propuesta del equipo de profesionales del Servei d’Orientació Pla Jove del Consorci d’Educació de Barcelona o del equipo de profesionales de los centros de servicios sociales del Institut Municipal de Serveis Socials del consistorio catalán.