La fortaleza mental y el poder de superación han convertido a Lidón Muñoz en un referente de conciliación académica y deportiva. A sus 27 años, la velocista de Castellón y nadadora del Club Natació Sant Andreu ha plasmado sus mejores marcas en los cronómetros españoles con más de 20 récords nacionales. Esta determinación le ha permitido afrontar su formación académica en Medicina en pleno ciclo olímpico.
Un doble reto, tanto dentro como fuera del agua, que culminó con la disputa de sus primeros Juegos en Tokio 2021 y con el examen aprobado del MIR el pasado mes de enero en Barcelona.
"Soy muy planificada y teníamos un plan de cuatro años. Desde que me mudé con 14 años al Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat (Barcelona), tenía muy claro que quería continuar los estudios e ir a la universidad. No quería solo dedicarme al deporte y esperar a que pasaran los años. Me quería formar", explica Lidón, un ejemplo de superación y organización al no renunciar a ningún desafío.
Sus marcas de 50 metros libres, 50 y 100 mariposa, y 100 estilos, insuperables en los complejos acuáticos españoles, le permitieron acercarse a su objetivo de disputar unos Juegos Olímpicos. Por ello, Lidón empezó una preparación en 2017 que complementó con el inicio de la carrera de Medicina. Del agua al aula, y viceversa.
"El ciclo lo organicé muy bien. En 2018 apreté un poco más a nivel académico. Sin renunciar al rendimiento internacional, pero con menos carga para cumplir el programa", reconoce la deportista, quien tomó la decisión contraria al próximo año en la temporada de clasificación para Tokio. "Estaba más tranquila y podía prestar más atención a detalles del entrenamiento".
Pero el giro dramático llegó en 2020 con el coronavirus, el año de la cita olímpica que quedó pospuesto por la pandemia. "Mi perfecto plan se desmontó, pero lo tenía bien pensado. Si no fuese así no hubiese superado las asignaturas o no hubiese rendido al nivel que quería. Por suerte nunca me ha pasado porque he sabido ver en cada momento cuánto podía exigirme en cada ámbito. Es cuestión de saber darle la prioridad a cada cosa en cada momento", destaca la castellonense.
Una doble labor que en algún momento saturó a la nadadora del Sant Andreu. "A medida que pasaban los años iba forzando un poco más. Ya sabía de donde podía rascar tiempo. Cogía más carga académica y me apuntaba a todos los entrenamientos y recuperaciones de fisioterapia". Pero el agobio llegó en 2018, cuando se matriculó de todo el curso de medicina.
"Me pasé, tenía demasiada carga. Nunca he renunciado a un examen o una competición. No dejaba de hacer lo que creía que tenía que hacer, pero no tenía tiempo para ello y lo hacía mucho más intenso y con ansiedad", apunta Lidón, quien considera que ha dedicado el "tiempo adecuado en cada momento" y con la sensación de progreso. "Cuando tus compañeros tienen 8 horas de estudio en época de exámenes y tú tienes 2 o 3, ya cuentas con la antelación del examen. Son decisiones que tienes que ir tomando".
Tras la ansiada espera, Lidón participó en sus primeros Juegos en el verano de 2021. "Hice buena actuación y tuve la sensación de estar muy tranquila con la preparación". La nadadora compitió en 50 y 100 metros libres y 4x100 estilos, carreras en la que no tuvo una carga emocional extra al tener más de 20 récords nacionales. "Me motiva mucho, al final pienso que ninguna nadadora española ha nadado tan rápido en esas pruebas como yo".
Una experiencia que le ha permitido afrontar desafíos comprometidos. "Es lo mejor que te pueda pasar. En el día a día es bueno tener dos ocupaciones porque obviamente no siempre van bien ambas. Una te sirve para desconectar de la otra, pero que una vaya mal no te mengua tanto la autoestima porque la otra te está funcionando. Y al día siguiente será al revés. Aunque lo importante es que hagan ilusión".
Dos años más tarde, Lidón ya es oficialmente médica interna residente al aprobar en enero el examen MIR. "Es un nuevo reto. Ya he elegido la plaza de especialidad que más me gustaba, que es la de aparato digestivo, y estoy en el hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, donde me formé", explica ilusionada la nadadora, que compaginará sus dos pasiones, aunque no por mucho tiempo.
"La medicina te reclama muchas horas, pero ahora sí que habrá unos años en los que se combinarán con el alto rendimiento. Será un ejercicio de compaginar bastante difícil porque ahora trabajaré muchas horas al día, pero ya lo planificaré para que tenga sentido y con un objetivo". De hecho, Lidón ya tiene la mirada puesta en París 2024. "Es la gran ilusión de la temporada que viene. Va a empezar una temporada olímpica ilusionante y buscaremos intentar sacar nuestra mejor versión para que nos lleve a participar en otros Juegos Olímpicos"