Según lo establecido en la nueva ley del aborto, aprobada en diciembre en el Congreso de los Diputados, las mujeres que sufran dolor menstrual incapacitante pueden solicitar la baja temporal a partir de este jueves 1 de junio.
La Ley Orgánica 1/2023 modifica la Ley General de la Seguridad Social para incluir tres nuevas situaciones especiales de incapacidad temporal por contingencias comunes: la menstruación incapacitante secundaria, el período posterior a la interrupción del embarazo y el embarazo desde el primer día de la semana 39. El documento no recoge qué requisitos serán necesarios concretamente para solicitar estas bajas, pero sí exige la constatación de un médico de cabecera.
Aproximadamente un 50% de las mujeres en España sufren dolores menstruales y tres de cada cien en una intensidad tan elevada que resulta incapacitante para el desarrollo de su vida diaria normal como ir a trabajar, hacer deporte o actividades de ocio. Una situación que puede ser causada por diferentes cuestiones médicas que generan dolor y sangrado abundante, limitando la vida cotidiana.
Pere Barri, ginecólogo y director de la clínica Deeus Mujer de Barcelona, celebra esta ley que ayudará a mejorar la calidad de vida de muchas mujeres pero reivindica el papel de la medicina: "No se trata sólo de tener un problema y coger la baja, sino de seguir buscando la solución a ese problema".
Barri asegura que la circunstancia de que "la menstruación impida hacer cualquier actividad no debería ser normal" y las pacientes no deben quedarse con ello, sino "acudir al médico para empezar un estudio y observar qué causa esta limitación".
Amanda fue diagnosticada con dismorrea hace diez años, lo que le provoca importantes calambres en la zona abdominal y lumbar durante los días previos y los primeros días de menstruación. Explica que no todos los meses sufre una molestia tan severa que le imposibilite seguir con su agenda habitual, aunque es un episodio que sí se repite en la mayoría de ocasiones.
En cuanto a la afectación laboral, Amanda es autónoma, lo que le permite modular la cantidad de trabajo en función de su ciclo menstrual: "Siempre estoy muy pendiente del calendario y me pongo menos pacientes los días que sé que me va a venir la regla", explica y se alegra de que más mujeres puedan ahora acceder a este tipo de facilidades.
Tras el diagnóstico, el ginecólogo le recetó un tratamiento hormonal con pastillas anticonceptivas, las cuales tuvieron un efecto muy positivo en la reducción del dolor durante los primeros meses, luego volvió. Es para estos casos, de dolor persistente pese al tratamiento, que Barri encuentra fundamental la implementación del derecho a baja laboral.
Al médico le preocupa que pese a tener un buen sistema de salud, España lleva un retraso de años en el diagnóstico de las enfermedades que causan importantes dolores menstruales y puntualiza que pese a que muchas de ellas son frecuentes, como la endometriosis sobre la que es experto, "no siempre son fáciles de diagnosticar pero hoy en día contamos con mayor capacidad de diagnóstico".
Sobre los posibles tratamientos, Barri insiste en que, en muchas ocasiones, la opción elegida es una hormonación que ayuda a controlar el sangrado y el dolor y que, muchas pacientes anulan su menstruación con estas terapias para poder "llevar una vida cotidiana un poco más normal".