Viladrau (Girona) presume de la calidad y riqueza de sus aguas manantiales, que nacen en las montañas del Montseny y abastecen, no solo al pueblo y sus habitantes, también a una industria que se ha creado a su alrededor.
Este municipio depende directamente de la lluvia para abastecerse, puesto que la red se provee de las captaciones superficiales de agua que se recogen y se conducen hasta grandes balsas mediante tuberías que luego llegan al pueblo.
"Tenemos 22 captaciones superficiales y un pozo muy poco profundo, esto, lo que nos comporta es que, cuando estamos en época de sequía, el agua que hay disponible en superficie es muy poca y por lo tanto tenemos una red muy vulnerable a la sequía", explica a NIUS Albert Bosch, teniente de alcalde y concejal de medio ambiente.
Por este motivo, el municipio se está encargando ahora de arreglar estas captaciones superficiales "para que sean menos impactantes sobre el medio ambiente", a la vez que se están realizando diversas perforaciones "para ver la disponibilidad de agua que tenemos en profundidad".
El objetivo final es que Viladrau pueda abastecerse de una red mixta, que mantenga el sistema actual pero disponga de estos pozos para poder acceder a las aguas subterráneas durante las épocas de sequía.
Los tiempos de sequía sacan a la luz la vulnerabilidad de este sistema que alimenta dos grades industrias: Viladrau, la marca de agua embotellada propiedad de Nestlé, y Liquats Vegetals, que produce las bebidas vegetales de Yosoy, Monsoy y Almendrola.
De hecho, hace tan sólo unas semanas, antes de las lluvias registradas en los últimos días, las reservas de agua eran muy bajas, en torno al 30 por ciento, explica el concejal, lo que obligó a reducir la cantidad de agua que se redirigía a la industria.
La primera propuesta de construcción de pozos en Viladrau la trajo, en 2020, la inversión privada de Liquats Vegetals, quien pretendía realizar 28 perforaciones, algunas de ellas en zonas naturales protegidas, la cual fue tumbada por el Ayuntamiento, puesto que el volumen de extracción previsto se consideró demasiado elevado.
Esta propuesta generó, en su momento, el rechazo de muchos vecinos y asociaciones medioambientales de la zona. La explotación de aguas subterráneas que proponía Liquats Vegetals hubieres igualado los metros cúbicos que pasan, anualmente, por la Riera Major de Viladrau, por lo que aquellos que se opusieron al proyecto acusaron a la empresa de querer "secar el Montseny", el macizo montañoso del cual se obtiene el 80% del agua embotellada en Cataluña.
Las nuevas actuaciones del Ayuntamiento, en cambio, sí cuentan con el respaldo de una parte importante del municipio: "Mientras se mantenga el espacio natural y el río baje con la misma agua, me parece estupendo", asegura un vecino de Viladrau entrevistado por este medio.