El dispositivo catalán para ahorrar un 70% al año al tirar de la cadena: "Con dos litros es suficiente para agua menor"
José Emilio Parra es el creador de una herramienta que monitoriza las descargas de agua y permite ahorrar más de 15.000 litros al año por cada taza de baño
El sensor controla la cantidad de agua que lanza a la taza y regula el tiempo de apertura para ahorrar litros: "Solemos gastar unos diez litros en cada descarga"
El director de abastecimiento de agua de Cataluña: "Hay que reducir el consumo a lo imprescindible"
La sequía extrema a la que se enfrenta Europa ya ha alertado de las graves consecuencias derivadas de la escasez de precipitaciones. Entre los más perjudicados están los campesinos, que ya afrontan las medidas para combatir la situación excepcional, como es el cierre del riego en el Canal d'Urgell. Cada gota de agua de todos los hogares cuenta, por lo que una empresa de La Llagosta (Barcelona) ha creado un dispositivo para inodoros que permite calibrar la cantidad utilizada en cada descarga al tirar de la cadena.
"Reduce el gasto de agua hasta en un 70%, pudiendo ahorrar más de 15.000 litros de agua al año por cada taza de baño", explica José Emilio Parra, el creador de una herramienta que monitoriza las tiradas, programadas en dos tipos de descarga. "Vamos unas siete veces de media al baño y gastamos unos diez litros en cada descarga. Con dos litros es suficiente para agua menor y cuatro para una mayor".
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WC Sensor, como ha sido bautizado el dispositivo, se adapta a los sistemas existentes en los inodoros, que "derrochan gratuitamente" más de la mitad de agua empleada en cada descarga. "Hay cisternas de hasta 15 litros y con un solo tirador. Tenemos un gasto delante de la nariz", reconoce el propietario.
El sensor controla la cantidad de agua que lanza y regula el tiempo de apertura para ahorrar litros. "Es un producto que debería usarse con urgencia. Es difícil de acotar, no puedes educar a todo el mundo a que no tire un papel y tire de la cadena. Pero sí se puede decir que fijen el gasto necesario en el uso diario del lavabo".
Un sistema que también cuenta con un sensor de proximidad para evitar el contacto con el pulsador. De este modo, simplemente aproximando la mano, se activa el proceso. "El váter es el elemento con menos ganas de tocarlo. El sensor es inalámbrico y puedes activar la descarga al salir del baño".
O una descarga programable "idónea" para oficinas, que en cualquier caso pueden activar desde el móvil. "Si acaban de trabajar a las 18:00 horas, programas la descarga una hora más tarde por si dejaron alguna 'sorpresa' en algún sitio", añaden desde la empresa catalana.
Entre sus usos cotidianos está el Instituto Stucom de Barcelona, que cuenta con 600 alumnos. "Hemos instalado 23 dispositivos. En un mes han utilizado 14.500 descargas, que no es más de 30 al día. Comparado con lo que gastaban anteriormente, unos diez litros por tirada, el centro educativo ha ahorrado 100.000 litros", destaca José Emilio.
Del mismo modo que la empresa Moldtrans, una nave logística en Montcada i Reixac (Barcelona), que ha ahorrado 75.000 litros en veinte días, o un club de pádel en La Llagosta. "Con solo cuatro retretes también han reducido el gasto a unos 20.000 litros".
Aumento de las restricciones por la sequía
Cataluña aumentó las restricciones por la sequía a finales de febrero, que afectan a 5,9 millones de habitantes de 224 municipios. La fase de excepcionalidad de la cuenca de los ríos Ter-Llobregat, en alerta desde noviembre, supuso las restricciones de agua en Barcelona y su área metropolitana, con un límite de 230 litros de agua por persona y día.
También prohibieron el uso de agua de boca para el riego de jardines y zonas verdes de carácter público, excepto el riego de supervivencia de árboles y plantas, que se hace mediante sistemas gota a gota. O el impedimento de regar el césped en todos los casos excepto en superficies destinadas a la práctica deportiva, o el riego con agua recogida de lluvias o agua regenerada.
Entre otras medidas, también destaca la prohibición de la limpieza de calles, cloacas, pavimentos, fachadas o edificios con agua potable. Por ello, sólo está permitido el llenado parcial de piscinas de agua dulce que dispongan de sistemas de recirculación y siempre con las cantidades mínimas para garantizar la calidad sanitaria del agua. En centros educativos, sólo se permite el llenado de piscinas desmontables de menos de 500 litros destinadas al baño de niños