El descenso del volumen de agua del canal d'Urgell ya se empieza a notar tras el cierre de las compuertas por la acequia principal, en Ponts, este martes. Mientras, los operarios del canal han empezado a construir presas para delimitar zonas de almacenaje de agua a lo largo de la infraestructura en previsión al aumento del consumo de agua que hay en las poblaciones en verano.
Con el cierre anticipado del canal se calcula que 70.000 hectáreas de cultivos se quedarán sin poder regar en los próximos meses.
En Vilanova de Bellpuig las vallas empiezan a hacer su efecto. se aseguran el agua durante los meses verano, pero no para el riego, sino para el elevado consumo de agua que hay en esa época en la población.
En Mollersussa, los campos de manzanos de Xavier Gorgues presentan las primeras hojas secas en pleno mes de abril mientras que en el canal no pasa agua: "Perderé la mitad de la cosecha. Sólo pude regar los árboles una vez hace semanas, ahora sólo hay riego de supervivencia. Lo normal que poder regarlos 6 o 7 veces antes de que acabe la temporada", explica.
Manuel Valls cultiva verdura ecológica y asegura que la restricción le afecta menos porque tiene pozos de agua almacenada. "Tengo vecinos que dicen que está muy mal la cosa entre el calor y la falta de lluvias", lamenta.
Es el caso de Josep Brufau, agricultor de cereal. "Ya no he sembrado trigo ni maíz. Es la ruina. Perderé el 100% de la cosecha", lamenta. "Ya no puedo regar y necesitaría hacerlo unas seis o siete veces", explica.