La Generalitat catalana decretará la fase de emergencia por sequía en septiembre si la falta de precipitaciones persiste y limitará el consumo de agua en los hogares. Así lo ha asegurado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, en la rueda de prensa posterior a la reunión del ejecutivo catalán, donde ha asegurado que la sequía "es el principal problema" de Cataluña en estos momentos y "el más grave".
El plan de actuación del gobierno catalán en situación de alerta por sequía establece varias etapas y la última es la de emergencia, cuando las reservas hídricas bajen del 16%. En caso de llegar a esta situación, las restricciones de agua llegarán a los hogares que abastece el sistema Ter - Llobregat, que suministra agua a seis millones de habitantes.
En fase de emergencia se dispondrá una dotación máxima de 200 litros por habitante y día, que bajaría a 160 en caso de emergencia extrema. Las limitaciones afectarán también la limpieza de vehículos y se prohibirá regar jardines.
El Govern mantiene la fase de excepcionalidad por sequía. En la actualidad los embalses están al 26% de su capacidad pero las previsiones meteorológicas no apuntan un cambio de tendencia y no se prevén precipitaciones a medio - largo plazo.
Según ha explicado el director de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), Samuel Reyes, el consumo de agua en Cataluña se ha reducido en 5 litros por persona y día. Ahora, la media es de 180 litros por persona y día.
El ACA ha dado por finalizada la extracción de peces del pantano de Sau y continuará el trasvase de agua al de Susqueda, pero en cantidades menores que en las últimas semanas. Según ha explicado Reyes, se han salvado 15 hectómetros cúbicos que permitirán el suministro de agua para un millón de personas durante los próximos tres meses.