El restaurante Petit Pau del distrito de Sants de Barcelona ha quedado inundado por un escape de agua durante las vacaciones de Semana Santa. Su propietario Pau Gascó se lo encontró anegado este lunes al regresar de vacaciones a causa de un calentador eléctrico que reventó en el primer piso y cedió el falso techo de la cocina y los baños. "No sabemos cuándo volveremos a abrir", asegura el chef que vive "una maraña emocional" estos días.
Una fuga de agua a causa de una avería en el calentador de una vivienda del primer piso hizo ceder los falsos techos de la cocina y el baño e inundó también el suelo del restaurante. "Hemos tenido que tirar toda la comida, cancelar las reservas de por lo menos esta semana Tenemos cables eléctricos colgando del techo, los muebles destrozados y estamos a la espera de que los seguros nos digan cuando se podrá reparar", explica. Los vecinos propietarios del calentador también estaban de vacaciones cuando el calentador se averió.
El incidente ha obligado al cocinero a enviar a sus trabajadores de vacaciones a la espera de efectuar las reparaciones pertinentes.
Se da la circunstancia de que Pau Gascó anunció en enero que el Petit Pau cerrará sus puertas durante la primera quincena de junio. "Han sido un cúmulo de circunstancias, a consecuencia de la pandemia, la subida de costes, ser autónomo es muy duro y esto lo certifica. Necesito un cambio de aires", explica Gascó a NIUS.
Pese al cierre por la avería, la intención de Gascó es continuar con el restaurante en funcionamiento hasta junio cuando está previsto el cierre definitivo: "Me gustaría abrir, si me lo permiten. No hay voluntad de cerrar ahora. Tenemos unos compromisos con los clientes, los trabajadores y los proveedores y los queremos mantener", explica.
Sin embargo, Gascó no se plantea alargar la fecha de cierre definitiva: "A nivel humano, estoy al límite. Ser autónomo, hoy en día te quita toda la energía", explica.
El Petit Pau tenía el mes de abril completo de reservas. El restaurante ofrece un menú degustación cerrado.