La falta de lluvias ya ha empezado a pasar factura en algunas cuencas hidrográficas de Cataluña. Los principales embalses del sistema catalán están a un 42,3% de sus reservas y las previsiones es que sigan vaciándose los próximos meses. Según establece el protocolo, estamos a punto de entrar en una situación de alerta. De hecho, algunos municipios catalanes ya han tenido que declarar este aviso hidrológico y adoptar medidas restrictivas que afectan al consumo de agua.
Para combatir a esta sequía, la Generalitat de Cataluña ha constituido la Comissió Interdepartamental de Sequera, que este martes celebró su primera reunión para analizar el estado y evolución de la situación y qué medidas se pueden llevar a cabo.
Jordi Molist, director de abastecimiento de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA), es una de las personas que acudió al primer encuentro de esta comisión, que no se reunía desde la gran sequía de 2008, hace 14 años.
En esta entrevista Molist explica detalladamente a NIUS en qué situación se encuentra Cataluña y qué medidas de ahorro podemos adoptar para que esté garantizado el suministro de agua potable a largo plazo.
PREGUNTA. ¿Hasta dónde podemos llegar si sigue esta situación de sequía?
RESPUESTA. Actualmente los embalses principales del sistema están al 43% de reservas. Si durante los próximos meses no hay lluvias abundantes y se mantienen los consumos actuales, previsiblemente a principios o mediados de septiembre entraríamos en una situación de alerta por sequía en la mayor parte de las unidades del territorio catalán.
P. ¿Qué comportaría la alerta por sequía?
R. Alerta por sequía comporta limitaciones en determinados usos, no afecta a los usos internos de las viviendas, pero sí comporta limitaciones en los usos exteriores, por ejemplo, el riego de jardines o el llenado de piscinas queda limitado. También se les pide un porcentaje de ahorro al resto de usuarios, actividades económicas, a la industria, a los usos recreativos, a la agricultura…
P. ¿Estas restricciones afectarían a los ciudadanos de a pie?
R. El plan de sequía no prevé en ningún caso, en una situación de alerta, los cortes de agua potable. Sin embargo, en algunos municipios que tienen una situación de agotamiento local, algunos ayuntamientos han tenido que ir un paso más allá de lo que pide el plan de sequía y han tenido que adoptar medidas más intensas que en algunos casos han incluido el corte nocturno de suministro.
P. ¿Y que pasará en estos pueblos si sigue la misma situación? ¿Pueden endurecerse las medidas?
R. En los pocos municipios que actualmente tienen problemas serios de suministro se debe al agotamiento de fuentes locales. En estos casos la Agencia Catalana del Agua les ayuda con la aportación de cubas y mediante actuaciones estructurales como, por ejemplo, la conexión a una red o la mejora de los pozos que tienen. Esto nos permitiría superar esta situación de caras a futuros episodios.
P. ¿Cuánto tendría que llover para que la situación mejore?
R. Si tuviéramos un otoño normal poco a poco iríamos saliendo de esa situación de alerta o prealerta y acabaríamos el año con los embalses en un nivel suficiente, pero esto no está garantizado. Por lo tanto, ante esta situación, que no sabemos cómo será el otoño, tenemos que apelar al ahorro de agua y tomar medidas para limitar los consumos a lo que sea imprescindible.
P. ¿En agosto no va a haber estas lluvias no?
R. En agosto en las cuencas internas de Cataluña no suele haber precipitaciones muy abundantes. Sí que hay chubascos de tarde que nos ayudan a mantener un poco el nivel de los embalses, pero previsiblemente durante este mes las reservas seguirán bajando.
P. ¿En ciudades grandes como Barcelona podría haber restricciones?
R. Ahora mismo estamos a punto de llegar a una situación de alerta. Si no mejora entraremos en una situación de excepcionalidad y si sigue sin llover podríamos llegar a una situación de emergencia. Por tanto, el suministro de agua potable está garantizado durante mucho tiempo. Sin embargo, es muy necesario hacer una labor de ahorro cada uno en nuestras casas porque somos cinco millones de habitantes que dependemos de unos ríos modestos y todos los ahorros que podamos hacer ayuda mucho a mejorar estas situaciones.
P. ¿Hasta cuándo podemos resistir así?
R. Depende de las aportaciones. Las aportaciones de los ríos nunca se interrumpen del todo, siempre hay una cierta aportación, pero como estas son inferiores a los consumos debemos completarlas con agua desalinizada y también con un descenso de las reservas embalsadas. Pero esto permite mantener un equilibrio que se puede prolongar durante muchos meses siempre y cuando seamos cuidadosos con el consumo del agua.
P. ¿No deberíamos preocuparnos porque nos corten el grifo no?
R. No hay ningún riesgo inminente ni a medio plazo para el suministro de agua potable en las casas. Sin embargo, sí que es necesario insistir en el mensaje del ahorro porque esto es lo que permite asegurar el suministro a largo plazo.
P. ¿Qué consejos daría para ahorrar agua?
R. El uso principal de las cuencas internas de Cataluña es el suministro de agua potable por tanto lo que podamos hacer los cinco millones de habitantes ayuda muchísimo a reducir los embalses. Desde cambio de hábitos hasta mantener los hábitos de ahorro como, por ejemplo, cerrar el grifo cuando nos lavamos los dientes, cuando nos enjabonamos, etc. También podemos hacer pequeñas mejoras en nuestra casa como poner aireadores de ahorro en los grifos que es una medida muy económica. Todo esto ayuda mucho a reducir las perdidas de reservas embalsadas.
P. ¿Y cómo lo pueden hacer los sectores económicos que requieran mucha agua?
R. En todos los sectores hay posibilidades de ahorro. En el caso de la agricultura, por ejemplo, el plan de sequía pide, cuando se declara la alerta, unos porcentajes de ahorro que se pueden obtener con mejora de eficiencia, modificación del sistema de riego o llegado al caso también por limitación de las superficies regadas o el cambio de cultivo.