{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
El 28,6% de los niños y niñas en Cataluña viven en situación de pobreza según el análisis que Save the Children ha elaborado a raíz de los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, recogidos por el Idescat. Las primeras cifras oficiales reflejan un incipiente descenso de la pobreza infantil en el territorio catalán con una reducción del 4,8% respecto al período anterior, pero unos 400.000 niños se encuentran aún en situación de pobreza.
Además, la organización advierte que los niños y adolescentes siguen siendo el grupo social que más sufre las consecuencias de la exclusión social, con una tasa un 55% superior a la de los adultos, que es de 18,5%.
La situación de privación material severa también disminuye en un 4,4%, pasando de más de 128.000 niños menores de 16 años a 123.000. En el último año, alrededor de 5.700 niños y niñas han dejado de sufrir ese nivel de privación.
Este es el nivel más extremo de escasez, que imposibilita atender necesidades básicas para el bienestar y la dignidad de la infancia, como tener una comida saludable y equilibrada al día con carne o pescado, poder pagar el alquiler o los suministros básicos del hogar o tener una temperatura adecuada dentro de la vivienda.
En su análisis, la ONG destaca el efecto reductor de las transferencias sociales que se han implementado en los últimos años, especialmente en plena pandemia. La introducción de prestaciones y ayudas sociales parece haber marcado un punto de inflexión en la reducción de la tasa de pobreza, aunque es menos notoria en la pobreza infantil que en el resto de edades.
A pesar de esta reducción, no todas las cifras han mostrado resultados tan favorables. La situación de las familias monoparentales ha empeorado notablemente.
Más de la mitad de estas familias, el 51,9%, (unas 146.000 personas) se encuentran en situación de pobreza, un 8,7% más que el año anterior. Esta cifra revela la situación de vulnerabilidad a la que se enfrenta este tipo de familia y una situación que no se había registrado en los últimos años.
Susana Capell, técnica de Incidencia Social en Cataluña, señala que estos datos “evidencian la importancia de seguir tomando medidas para reducir la desigualdad y la pobreza entre aquellas familias que más lo necesitan”.
Además, advierte que los efectos de la pobreza infantil se transmiten de generación en generación e impactan directamente en el desarrollo de la infancia. “Son necesarias medidas y acciones que permitan romper el círculo de transmisión de la pobreza”, afirma.
Save the Children destaca que el porcentaje de gasto público en familia e infancia en Cataluña es bajo desde hace años, con una inversión del 0,8% del PIB frente al 2,2% de media de los países del entorno europeo.
La organización recuerda que el coste medio para criar a un niño o niña en condiciones dignas en Cataluña es de 819 euros mensuales.
Para continuar reduciendo la pobreza infantil, la ONG propone implementar a nivel estatal una ayuda universal de al menos 100€ mensuales para la crianza desde los 0 hasta los 17 años, para llegar a un mayor número de familias y cubrir al menos el 12,2% del coste medio de la crianza.
En clave catalana, Save the Children propone reformular la Renta Garantizada de Ciudadanía creando un complemento por la crianza destinado a las familias más vulnerables, utilizando el ahorro generado por parte de la Generalitat con la introducción del Ingreso Mínimo Vital.
El informe indica que la vivienda y la conciliación son dos de las partidas mayores donde las familias con hijos a cargo destinan parte de sus ingresos. Por este motivo, Save the Children defiende la creación de un complemento por motivo de vivienda destinada a familias con niños beneficiarias de la Renta Garantizada de Ciudadanía y la creación de políticas eficientes para mejorar y garantizar el acceso a los servicios necesarios para la crianza.
En este sentido, la organización considera que Cataluña debería aprovechar el impulso de la Garantía Infantil Europea, que insta a asegurar el acceso gratuito y efectivo a servicios básicos para el desarrollo de la infancia como la salud, la educación de 0 a 3 años, la educación infantil, la vivienda, la nutrición o las becas comedor.
La organización señala que las acciones que habiliten este instrumento deben concretarse en una estrategia contra la pobreza infantil y debe contar con la experiencia de las entidades de infancia que conocen las necesidades de los niños y niñas.
Save the Children indica que, aunque se han producido pasos importantes en la lucha contra la pobreza infantil, se debe seguir avanzando para que el compromiso de inversión en infancia resulte sostenible en el tiempo. Para ello, pide a la Generalitat y a los líderes políticos que los niños estén presentes en las cuentas públicas y que las políticas de Cataluña prioricen a la infancia en situación de vulnerabilidad.