El ruido de tráfico en los colegios afecta al desarrollo cognitivo de los niños: "Su aprendizaje es más lento"
Un estudio analiza durante un año el desarrollo de 2.680 niños de entre siete y diez años de 38 escuelas de Barcelona
La progresión de la memoria de trabajo y de la capacidad de atención es más lenta en alumnos de escuelas con mayor ruido de tráfico
Casi 60 millones de europeos viven con exceso de ruido por el tráfico
El ruido del tráfico en los colegios tiene un efecto perjudicial sobre le desarrollo cognitivo de los niños. Los alumnos que van a escuelas expuestas al ruido de los coches son mucho más vulnerables que los que van a centros "más tranquilos". Es la conclusión a la que han llegado los investigadores del 'Institut de Salut Global de Barcelona (ISGlobal) después de analizar 38 centros escolares de Barcelona.
En este estudio, enmarcado en el proyecto BREATHE y liderado por los investigadores Maria Foraster i Jordi Sunyer, se analizó durante un año la evolución de 2.680 niños de entre siete y diez años. Con el objetivo de evaluar el posible impacto del ruido del tráfico sobre su desarrollo, el equipo científico se centró en dos habilidades que se desarrollan con rapidez en la preadolescencia y que resultan esenciales para el aprendizaje y rendimiento escolar: la capacidad de atención y la memoria de trabajo.
MÁS
"La capacidad de atención hace posible que atendamos estímulos específicos de forma selectiva o que nos centremos en una tarea concreta durante períodos de tiempo prolongado, entre otros procesos. La memoria de trabajo o memoria operativa es el sistema que nos permite mantener y manipular información en períodos cortos de tiempo", explica Maria Foraster, investigadora principal.
2.680 niños de entre siete y diez años
La investigación se extendió durante 12 meses entre los años 2012 y 2013, a lo largo de los cuales los participantes realizaron cuatro veces los test cognitivos. "El objetivo de estas pruebas no era sólo evaluar la memoria de trabajo y la capacidad de atención, sino estudiar su evolución a lo largo del tiempo", añade Foraster. En paralelo, se efectuaron mediciones de ruido tanto en el exterior de las 38 escuelas participantes, como en los patios y en el interior de las aulas.
Los resultados muestran que, transcurrido el año de estudio, la progresión de la memoria de trabajo y de la capacidad de atención fue más lenta en alumnos que asistían a escuelas con mayor ruido de tráfico mientras que "los que estaban en centros en zonas mucho más tranquilas" la evolución era más rápida. Por ejemplo, un incremento de 5 dB en los niveles de ruido exterior se tradujo en un desarrollo de la memoria de trabajo un 11,4% más lento que la media y en un desarrollo de la memoria de trabajo compleja un 23,5% inferior a la media. Asimismo, una exposición a 5 dB adicionales de ruido del tráfico exterior se tradujo en un desarrollo de la capacidad de atención un 4,8% más lento que la media.
“Nuestro estudio refuerza la hipótesis de que la infancia es un período vulnerable en el que estímulos externos como el ruido pueden afectar al rápido proceso de desarrollo cognitivo que tiene lugar antes de la adolescencia”, explica Jordi Sunyer, investigador de ISGlobal y último autor del estudio.
Nuestro estudio refuerza la hipótesis de que la infancia es un período vulnerable en el que estímulos externos como el ruido pueden afectar al rápido proceso de desarrollo cognitivo que tiene lugar antes de la adolescencia
Diferencias entre el interior y el exterior del aula
En cuanto al análisis del ruido exterior, tanto un mayor nivel medio de ruido como una mayor fluctuación en los niveles de ruido en la escuela se asociaron con una peor evolución en los resultados del alumnado en todas las pruebas. En el interior de las aulas, una mayor fluctuación en los niveles de ruido también se asoció a una evolución más lenta a lo largo de un año en todos los test cognitivos. Por el contrario, los niños expuestos a mayores niveles medios de ruido en clase durante el año sólo tuvieron peores resultados que el alumnado en aulas más silenciosas en la prueba de la capacidad de atención, pero no en los test de memoria de trabajo.
“Este resultado apunta a que los picos de ruido en el interior del aula podrían resultar más disruptivos para el neurodesarrollo que la media de decibelios. Esto es importante, porque refuerza la hipótesis de que quizás influyen más las características del ruido que sus niveles medios, cuando actualmente las políticas sólo se basan en la media de decibelios”, explica Maria Foraster.
Según la investigadora, según los resultados, la escuela ideal es aquella que está apartada del ruido de los coches. "Escuelas en un ambiente tranquilo, de concentración, como el que necesitamos en una biblioteca. Centros donde tanto dentro como fuera del aula los niveles de ruido fueran bajos", aclara Foraster.
Ruido en el domicilio
Por otro lado, partiendo del mapa de ruido de tráfico de la ciudad de Barcelona del año 2012, el equipo estimó los niveles medios de ruido en el domicilio de cada participante. Sin embargo, en este caso no se observó relación alguna entre el ruido en el lugar de residencia y el desarrollo cognitivo.
“Esto podría deberse a que la exposición al ruido en la escuela es más perjudicial porque afecta a ventanas vulnerables de concentración y a procesos de aprendizaje". apunta Maria Foraster. Sin embargo, la investigadora añade que mientras que en los centros escolares se efectuaron mediciones de ruido, en los domicilios se realizaron estimaciones a partir de un mapa de ruido que "podría ser menos preciso y que únicamente reflejaba el ruido en el exterior", algo que también podría haber influido en los resultados.
Puede haber una reducción en el aprendizaje de la sociedad y desconocemos que implicaciones tiene a largo plazo y si se puede recuperar o no esta reducción del desarrollo cognitivo
Este estudio amplía la evidencia en relación con el efecto del transporte sobre el desarrollo cognitivo infantil, que hasta la fecha se había observado para escuelas expuestas a ruido de aviones y también para escuelas expuestas a contaminación atmosférica procedente del tráfico rodado. El equipo científico subraya la necesidad de realizar nuevos estudios sobre el ruido de tráfico rodado en otras poblaciones para determinar si estos primeros resultados son extrapolables a otras ciudades y contextos.
"Si no corregimos el problema y los niño siguen estando expuestos al tráfico y al ruido de los coches seguirán habiendo estas afectaciones. Puede haber una reducción en el aprendizaje de la sociedad y desconocemos que implicaciones tiene a largo plazo y si se puede recuperar o no esta reducción del desarrollo cognitivo", añade.