El detenido por el doble asesinato de Susqueda mató a su exmujer
Jordi Magentí Gamell tenía 40 años cuando esperó a su exmujer Josefa García, Pepita, escondido en su coche en una calle de Anglés, Gerona. Le disparó a bocajarro tres tiros con munición para jabalíes. Hizo un cuarto disparo cuando ella estaba en el suelo. Murió al instante. Era el día en que cumplía 37 años. Su asesino, al que había denunciado hacía apenas unas semanas por maltrato y amenazas, tenía 40. Ambos tenían dos hijos en común, entonces menores de edad.
Un jurado popular, por unanimidad, consideró culpable a Magentí del asesinato premeditado y a sangre fría de Josefa. Y la audiencia de Gerona lo condenó a 15 años de prisión. Las acusaciones pedían entre 20 y 26 años. El asesino, que se exculpó durante la vista alegando que había tomado fármacos y no sabía bien lo que hacían, tuvo como atenuante el trastorno mental que le provocaron los celos.
Algo que nunca hubiera ocurrido con la Ley integral de violencia de género en la mano. Pero el asesinato machista ocurrió el 4 de diciembre de 1997 y entonces no existía ese marco legal. Los psicólogos forenses declararon que Magentí Gamell no era un enfermo mental (estaba en tratamiento psiquiátrico), aunque tampoco se le podía considerar alguien normal. Hicieron constar en sus informes que el hombre había asesinado a su exmujer porque la consideraba suya o para nadie.
El detenido como sospechoso del doble asesinato en el embalse de Susqueda estuvo preso 12 de los 15 años de condena. Los tres últimos los pasó en libertad condicional. Hace tres volvió a su pueblo gerundense de Anglés, donde asistía a un familiar, según la alcaldesa de la localidad. Se había casado en 2015 con una mujer de origen colombiano, años más joven. Mantenía una estrecha relación con su hijo Jordi, que también ha sido detenido como supuesto encubridor.