El asesinato machista de Jessica cuestiona el sistema de protección a las mujeres maltratadas
Jessica había denunciado a Imanol cuatro veces. Una en 2014, otra dos años después por la que cumplió 40 días de trabajos sociales. Cuando llevaba al menos seis meses intentando rehacer la vida con su pequeño de 3 años, volvió a denunciar a su expareja: por amenazas de muerte que le hizo en público en el bar familiar donde ella trabajaba, en Monforme del Cid (Alicante).
El juez impuso a Imanol alejamiento de 300 menos y prohibición de comunicarse con Jessica. Cuando el hombre le envió mensajes, esta vez sin amenazas, a través del móvil de otra persona, Jessy volvió a denunciarlo. La valoración del riesgo de agresión de Jessica se consideró medio. En esta ocasión el juez no estableció nuevas medidas de protección, a la ya existentes de alejamiento e incomunicación, porque el juicio por amenazas estaba fijado para el jueves 9.
Imanol salió del juzgado y fue, armado con una pistola, de la que no tenía licencia, a bscar a Jessica, a la hora que sabía recogía al hijo de ambos en el colegio de Elda. Le disparó 5 veces en la cabeza y en el abdomen delante del pequeño. La dejó en un suspiro, en un estado crítico que no pudo superar horas después. Él se subió a su cohe, inició la marcha y se suicidó con el mismo arma.
El asesinato machista de Jessica vuelve a cuestiona la protección del sistema a las mujeres maltratadas de denuncian. Desde la Generalitat Valenciana anuncian una investigación de la cadena de fallos que han podido intervenir en este caso. La Fiscalía especial para la Violencia de género, considera que la valoración del riesgo que se hizo a Jessica, medio, no fue acertado. Pero aún así, hacen una reflexión: nadie podía prever una conducta tan violenta por parte del agresor. Que Imanol saliera del juzgado directo a matar a su expareja delante del niño.
Asociaciones de mujeres, como Alana, reclaman que cuando exista maltrato confirmado, los agresores entren en prisión preventiva, hasta celebrar juicio, y proteger así, realmente la vida de las mujeres. Desde la Fiscalía especial consideran necesario incrementar los efectivos policiales, la dotación presupuestaria, los especialistas en los juzgados, la imposición de pulseras telemática, pero también que el entorno de las mujeres denuncie su sufrimiento, el comportamiento de los maltratadores, para que los jueces puedan tener más argumentos que lleven a su detención y a la imposición de medidas de protección, incluída la privación de libertad.
Teléfono contra el maltrato: 016. No deja rastro en la factura, aunque conviene borrar la llamada del registro.