Hito histórico en la conservación de una especie que se encuentra en peligro de extinción: el tapir malayo. La madrugada del 29 de marzo se vivió "un momento muy especial" en Bioparc Fuengirola (Málaga) al nacer en sus instalaciones la primera cría en España del animal.

En Informativos Telecinco ya nos hemos hecho anteriormente eco de otras noticias relevantes en el zoológico, como cuando llegaron a él dos perezosos de dos dedos. Sin embargo, el nacimiento de ahora es un "éxito sin precedentes".

De tapir malayo han nacido menos de 25 ejemplares en zoos de todo el mundo en la última década. Esto se debe, en buena parte, a que su "reproducción es un proceso complejo, con gestaciones poco frecuentes", explican desde el parque.

"La delicadeza de las crías y el particular proceso de las cópulas hacen que sean escasos los nacimientos exitosos", argumentan. De ahí que lo que han logrado ellos esté siendo tan celebrado. Han compartido imágenes de la recién nacida y su madre.

Rawa dio a luz después de 13 meses gestando, tras una relación mantenida con Mekong, un joven macho que fue recibido en Bioparc Fuengirola con la esperanza de que pudiese contribuir al "importante logro".

"Gracias a la confianza establecida con Rawa, se realizaron ecografías hasta los últimos días del embarazo para asegurarse de que todo iba bien", añaden. Los cuidadores estuvieron siguiendo de cerca el avance del embarazo.

Hasta que, transcurridos "424 días de espera", llegó un parto que fue monitoreado constantemente también, capturándose "imágenes inéditas". Los especialistas del zoológico han podido documentar cómo Rawa trajo a su cría al mundo.

"Muestran la fuerza y ternura de este proceso natural", aseguran. La pequeña, de la que todavía se desconoce su sexo, pesa "entre 8 y 10 kilogramos". Se encuentra muy bien, igual que su madre, tras empezar a tomar su leche, "algo fundamental para su desarrollo".

"Está limpiando a su cría y facilitando la lactancia desde el primer momento", recalcan. Como todos los tapires malayos recién nacidos, se caracterizan por un pelaje de manchas y rayas blancas, una combinación que les ayuda a camuflarse.

Conforme crecen, su coloración va evolucionando hasta que se consolida el blanco y negro de los adultos. El siguiente paso de la cría será un "periodo de cuarentena" junto a su madre para garantizar su bienestar.

Cuando ya esté lista para salir al exterior y "las condiciones sean adecuadas", empezará a adaptarse al entorno. Con menos de 2.500 ejemplares en el mundo, esta especie herbívora está emparentada con los caballos y rinocerontes actuales.

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