Las constantes lluvias de estas semanas están siendo muy beneficiosas por ejemplo para reservas de agua, pero no lo están siendo tanto para el cultivo de la fresa. La excesiva humedad ha retrasado la maduración y en marzo ya se contabilizan pérdidas, tal y como informa Ángeles Jiménez desde Lepe (Huelva).

La producción de fresas ha bajado un 30%. Son muchos días de lluvias y eso ha hecho que muchos campos se encharquen y que haya humedad en la tierra y en el ambiente. Esa humedad ha hecho que muchas fresas hayan cogido un hongo llamado botrytis y esa fresa ya no se puede comercializar.

En un campo de Lepe el año pasado en marzo se recogían al día 5.000 kilos de fresa y hoy se han llevado solo 3.000.

Los agricultores cuentan los "20 días" de lluvia como días de condena. Demasiada humedad está generando hongos en la tan esperada fresa de Huelva. Miguel Alfonso, fresero de Huelva, explica el motivo por el que este hongo está afectando a una gran parte de su cultivo: "No podemos ventilar y levantar los plásticos, que eso es lo que quiere la planta".

Desde Huelva, este agricultor asegura que él y su equipo "llevamos un 20 o un 30% menos en producción recogida". Pelayo Ortiz, María Espínola y María Benito informan de lo ocurrido en toda España.

Desde la carretera se pueden apreciar los campos de espárragos anegados de Loja, en Granada. Este es "un producto que se corta manualmente" que requiere un esfuerzo que los humanos ahora no pueden hacer. "Los agricultores no pueden acceder al campo", dice José Ángel Delgado, agricultor de espárragos 'Los Gallombrares'.

La producción se ha retrasado dos o tres semanas porque muy pocos resisten en pie tanta lluvia y tanto frío. Las fuertes lluvias también hacen que "el producto que había crecido ya ha sido dañado por el granizo y ya se ha perdido".

Los campos de maíz en Salamanca también están desolados. José María Sánchez, agricultor, asegura que durante estos días "tendríamos que tener todo prácticamente ya arado para la siguiente siembra y no podemos hacer nada en los próximos quince días".

Embarrados también están los campos de remolacha. Los agricultores garantizan que tanto "el rendimiento de una cosecha como de otra, baja muchísimo" y calculan que el agua habrá arrastrado más del 20% de la cosecha.

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