Quien fuera la ganadora del Premio Nacional de Danza 2024, la coreógrafa malagueña Luz Arcas, está a punto de representar en su ciudad natal el espectáculo "Bekristen/Tríptico de la prosperidad". El escenario será el de La Térmica, de la Diputación malagueña, pero el elenco no está al completo.

La obra está inspirada en los trípticos pictóricos de cristianos clásicos "que ilustran a las tres edades, los tres estadios del alma o los tres instantes espirituales que podrían ser la juventud, la madurez y la vejez", dice Arcas, que se muestra entusiasmada con un proyecto con el que lleva años trabajando.

El elenco es muy amplio, hay bailarinas jóvenes que tienen una formación y una experiencia muy desarrollada, pero también hay una parte, al final de la obra, en la que participan ocho personas mayores de 65 años que son seleccionadas en cada ciudad donde se representa. "No tienen que tener experiencia previa ni artística, ni teatral, ni escénica", asegura.

Estos protagonistas de última hora serán seleccionadas en un taller de dos días de duración que tendrá lugar en el Teatro La Térmica el 4 y 5 de febrero. Durante esta formación, se trabajarán materiales de la obra y, además, los participantes tendrán la oportunidad de conocer más de cerca el universo creativo de Luz Arcas.

La convocatoria para dicha audición es pública y pueden asistir hasta 20 aspirantes. Las personas seleccionadas se comprometerán a asistir a los ensayos, del 10 al 14 de febrero, y a la función del día 15. En este proceso, la compañía La Phármaco busca sacar a los participantes de sus rutinas, devolverles el interés por una experiencia novedosa, creativa, de conexión con gente y estímulos nuevos. 

En las sesiones de trabajo se abordarán cuestiones coreográficas sencillas, ejercicios de equilibrio, memoria espacial, coordinación y resistencia, todo ello a partir de la improvisación y la creatividad. La compañía destaca que no importan las limitaciones físicas, solo buscan personas mayores de 65 años con ganas de investigar las posibilidades creativas de sus cuerpos.

Según la coreógrafa, este trabajo es "un proceso de investigación sobre la obsolescencia del cuerpo y sobre el lugar que ocupan en el mundo estos cuerpos mayores de 65 años que en principio se considera que están fuera de juego". Por eso los ensayos están centrados en la creatividad y en la capacidad física, "y potenciar esa sensualidad, esa belleza, ese erotismo de los cuerpos, esa entrega y esa capacidad de imaginación", cuenta la coreógrafa.

En la obra, y según la propia autora, se hace una analogía bastante dura de lo que supone envejecer en la teoría: "Hay una fiebre muy extrema por la belleza, la juventud y el éxito, y por eso en la obra se trata de devolver a estos cuerpos esa fuerza que se les está arrebatando o cuestionando", explica.

Por eso se busca a mayores de 65 años que quieran demostrar que sus vidas no han hecho más que empezar.

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