"Podría haberte dicho que me importas, eso y un millón de cosas, pude hacerlo y no lo hice, no sé por qué", escribía Alejandro Sanz allá por 1997, en su tema "Si hay Dios". Un canto a la fe que siempre ha reconocido sentir y que en aquellos tiempos lamentaba no saber expresar. Han pasado 28 años de aquella letra y ya no hay nada que esconder.

Sevilla, viernes 27 de Diciembre. Como si de una broma previa al día de los Santos Inocentes se tratara, José Luís Aldea, Hermano Mayor de la Hermandad del Cachorro, recibe una inquietante y sorpresiva llamada: "Alejandro Sanz quiere visitar al Cristo en la Basílica esta misma tarde". Y así fue, sobre las 17:00 horas, el cantante, su pareja (la actriz Candela Márquez) y varios amigos, tocaron a la puerta de una de las Iglesias más visitadas de la capital andaluza. "Fue todo sobre la marcha, por sorpresa y bajo secreto de sumario", cuenta el Hermano Mayor, que pudo hacer de guía en la visita.

Durante más de una hora, el séquito de excepción recorrió todos los recovecos del templo, rezó ante la imagen del Cachorro, visitó el museo de la Hermandad y hasta se metió bajo el paso que procesiona en Semana Santa: "Cogió el martillo del capataz y simuló una llamada a los costaleros", cuentan.

Hace unos años que el madrileño, hijo adoptivo de Sevilla, dejó ver que tenía una estampa del Cristo de la Expiración de Sevilla (El Cachorro) en un lugar íntimo e importante para él. No ha sido hasta ahora cuando ha podido verlo de cerca, rezarle, y dedicarle unas palabras: "El Cachorro me acompaña y me consuela en mis momentos buenos y en mis momentos menos buenos. Gracias por la fuerza y gracias por la luz", dejó escrito en el Libro de Honor de la Hermandad.

"Gracias a la Hermandad más bonita del mundo", concluyó para sorpresa y orgullo de todos los afortunados que estuvieron presentes en ese momento, que ya es historia de la Corporación.

Durante la visita se mostraron de lo más curiosos por conocer la historia de la Imagen y de la Basílica. "Quién más preguntaba era ella, la pareja, que se mostró muy interesada por todo lo que veía", dice Aldea, que asegura haberse encontrado con "un tipo sencillo y devoto de lo nuestro".

De recuerdo, Alejandro Sanz se ha llevado una medalla de plata con la cara del Cristo del Cachorro, varias pulseras y estampas, que de buen seguro le acompañarán en sus próximos movimientos personales y profesionales.

"Si hay Dios, seguro entiende de emoción", esa que el cantante ha sentido y plasmado en una calle del barrio de Triana sin que nadie lo supiera.

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