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Un hombre ha sido condenado a siete años de cárcel tras confirmarse que cometió una violación cuando se celebraban las fiestas patronales de San José en la localidad de Níjar (Almería). Así lo ha ratificado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
La pena es algo menor a la que impusieron a un repartidor en Murcia también por agresión sexual. En el fallo, se rechaza el recurso de apelación. Los hechos probados sucedieron el 8 de agosto del 2022, sobre las 4:30 horas de la madrugada.
Víctima y acusado se encontraban en una plaza del municipio. Ella estaba con su hija y una amiga, pero en un momento dado las perdió de vista. Decidió ir a buscarlas, tarea para la que se ofreció a acompañarla el varón enjuiciado, a quien conocía de un grupo.
Al llegar ambos a una zona de obras, entre las calles Higuera e Isla, el procesado "con intención de satisfacer sus deseos", comenzó a besar a la mujer, quien le pidió que la dejara tranquila. "Haciendo caso omiso a dichas manifestaciones, lanzó a mujer contra el suelo".
Entonces, "se inició un forcejeo", recoge la sentencia de origen dictada por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Almería. El hombre le dio un golpe en la cara cuando ella trataba de levantarse. Al mismo tiempo, la agarraba con fuerza.
Después de unos 20 minutos de pelea, en la que ella trataba de pedir ayuda, el agresor la amenazó con pegarle un tiro si no se callaba. Hizo un gesto de sacar algún objeto de su bolsillo, antes de violarla definitivamente en ese lugar.
No fue hasta que el procesado oyó a unas personas que se acercaban, alertadas por los gritos y llantos de la víctima, cuando se subió los calzoncillos y los pantalones. Luego, se marchó corriendo de allí. El hombre ingresó en prisión provisional en febrero de 2023.
Desde el TSJA desestiman su versión relatada en el recurso interpuesto, en la que aseguraba que ella mintió y que las relaciones sexuales fueron consentidas. Incluso sostenía que la historia de la mujer sería una supuesta coartada para autoexculparse de un presunto hurto.
El de un bolso, del que sacó un móvil para contestar una llamada y lanzar un "mensaje de auxilio". Para el alto tribunal andaluz, "no parece lógico que atendiese las llamadas para simular hallarse en peligro, ni por ninguna otra razón".
Así, incide en el relato "verosímil" dado por la afectada, quien aseguró desde el principio que, cuando fue a buscar a su hija, el acusado "cogió el bolso en cuestión". Quizás, según manifestó, creyendo que era de ella.
Asimismo, da cuenta de las heridas que presentaba en su zona genital a causa de la agresión y que son "compatibles" con la introducción forzada del miembro viril, conforme al testimonio de los forenses.
Además, la defensa deja "fuera de toda duda" la penetración, que fue acreditada al hallar semen del acusado en la víctima. "La presencia de divergencias secundarias como las indicadas y alguna otra como las llamadas efectuadas, no enturbia la credibilidad del testimonio", sentencian.
Por tanto, se le imponen también ocho años de libertad vigilada y una orden de alejamiento e incomunicación con la perjudicada. A quien deberá pagar 15.630 euros por los daños físicos y morales causados.
Incluso se le castiga por otro delito leve de lesiones a una pena de dos meses de multa, por la que tiene que pagar seis euros al día. Y se le inhabilita durante 17 años para desempeñar cualquier profesión, oficio o actividades que conlleve contacto regular y directo con menores.
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