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Desde luego, la despedida de Don Rafael no iba a ser a la francesa, porque este profesor de matemáticas tenía que decir adiós dejando las cuentas saldadas. En su último día de clase, pasó lista y no faltó nadie. Y así, con la mochila llena de recuerdos, termina ,por fin, un libro que ha mantenido abierto durante 30 años.
El pasado jueves, Rafael Burgos llegaba por última vez al Colegio Salesianos de Cádiz, donde ha ejercido como maestro las últimas tres décadas. Tiempo más que suficiente para haber pasado por distintas áreas como matemáticas, biología o física y química, entre otras. Ha sido, incluso, el encargado del departamento de orientación, ya que también es psicólogo, lo que le ha llevado siempre a tener un trato cercano y de cariño con todos los que le rodean.
Y eso se ha notado. Sonaba el timbre a última hora, había llegado el momento de decir adiós. Y, de repente, el sonido de los aplausos se cuela por cada rincón del centro.
Sus alumnos de 3ª y 4º de la ESO abandonaron sus aulas unos minutos antes y formaron un pasillo, como el que se le hace a los campeones cuando ganan un trofeo. Esta vez, el premio era a toda una trayectoria y la copa le esperaba al final del pasillo: toda su familia estaba allí para aplaudirle también.
"Lo está viviendo con mucha ilusión y abrumado por la repercusión que está teniendo", cuenta Victoria Burgos, su hija, que pudo asistir al emotivo momento gracias a todo el equipo directivo que tuvo la idea de invitarlos.
Los aplausos llenaron el pasillo que tantas veces el emocionado profesor había recorrido. Recibió innumerables muestras de cariño y el reconcomiendo a toda una vida dedicada a la enseñanza. Rafael se jubila, dejando tras de sí una huella imborrable en generaciones de alumnos que pasaron por sus aulas.
Cada vez es más habitual que los compañeros de trabajo organicen despedidas sorpresa a quienes les toca descansar de la vida laboral. Lo vimos hace unos días con el policía local jubilado en Córdoba, que también fue despedido entre aplausos.
Videos que se comparten en las redes sociales y que suelen ir acompañados de cientos de mensajes agradeciendo la trayectoria de los protagonistas. En el caso de Don Rafael, el maestro, psicólogo, padre y abuelo jubilado, las sorpresas se sucedieron durante días, pero sin duda, la traca final, el aplauso antes de bajar el telón, ha sido el broche de oro a toda una carrera dedicada a los demás.
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