La Policía Nacional no sólo está para evitar y resolver crímenes. Entre varias labores de servicio a la ciudadanía, también va más allá del deber. El ejemplo lo encontramos en un agente fuera de servicio que salvó a un niño atragantado en Motril (Granada).
Según han informado a EFE fuentes del 112 de Andalucía, el menor de 10 años se había tomado un caramelo unos segundos antes. Pero, se le quedó en la garganta atrapado, obstruyendo su respiración, igual que le ocurrió a una niña en Benidorm.
En ese instante, un policía que se encontraba paseando en su día libre por allí, el Parque de los Pueblos de América, avistó la situación de emergencia. Eran las 18:45 horas de este sábado y varias personas pedían auxilio.
Él se acercó para prestarle ayuda inmediata, porque el pequeño se estaba asfixiando. De hecho, ya tenía problemas de movilidad, así que le practicó la conocida como maniobra de Heimlich.
Cogió al niño por la espalda para hacer presión sobre el abdomen, a la altura de la boca del estómago. Tras varios intentos, consiguió que expulsara al exterior la pieza que había ingerido y volviese a respirar con normalidad.
Después, los médicos desplazados hasta allí por el 112 intervinieron igualmente para comprobar que no existía más riesgo para su salud. Un viandante había llamado al teléfono al observar los hechos.
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