"He ahorcado a mi hijo porque no paraba de llorar". Son las duras palabras de la madre del bebé asesinado en el barrio de San Jerónimo de Sevilla el pasado 27 de julio. La mujer llamó a la Policía para confesar el crimen cinco días después de los hechos y relató a los agentes del Grupo de Homicidios, tanto en el piso como durante el traslado a dependencias policiales, cómo mató al pequeño de tan solo cuatro meses.
Luego, la mujer amplió su declaración en la Jefatura, donde dio más detalles sobre lo ocurrido, como que había bebido dos litros de cerveza, recoge 'Diario de Sevilla'. Tal y como trascendió este jueves, la sospechosa, que subraya sentirse muy arrepentida, ha ingresado ya en la cárcel acusada de un delito de homicidio.
El pasado 27 de julio, una vecina de la detenida alertó a los servicios de Emergencias 112 Andalucía de que un bebé no reaccionaba. Los sanitarios se desplazaron rápidamente hasta la vivienda, en la calle Mejillón 21 del barrio de San Jerónimo, y solo pudieron certificar la muerte del recién nacido. La madre, entonces, guardó silencio.
Sin embargo, cinco días más tarde, el 1 de agosto, la mujer llamó a una comisaría de Sevilla y confesó que había sido ella la que había matado a su hijo. Inmediatemente, las autoridades procedieron a su arresto en su domicilio y, tras declarar ante el juez, fue trasladada a prisión. La acusada habría quitado la vida al pequeño al darle un golpe con la mano en la cara y después apretarle el cuello.
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