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Tras el reciente caso del ertzaina, otra circunstancia de cambio de sexo ha llevado a un hombre condenado por agredir a su pareja a evitar entrar en la cárcel. Como lo dictaba la pena que le impusieron en Sevilla.
El abogado penalista José Antonio Sires ha informado en un comunicado que el Juzgado de Violencia sobre la Mujer se ha inhibido de la causa por "falta de competencia objetiva". Ya que el inculpado se registró como mujer.
Pero esto supone "un indubitado fraude de ley", según define el letrado, que explica que el varón tiene "antecedentes penales" en materia de violencia machista y busca "ser enjuiciado por un tribunal penal", en vez de por uno específico de VioGen.
La víctima del caso "rompió la relación sentimental con su expareja hace cinco años debido a los malos tratos tanto psicológicos como físicos a la que la sometió durante más de diez años".
Unos episodios que fueron denunciados varias veces ante la justicia especializada en estos asuntos. En 2014 habría dictado "varias órdenes de protección" a la mujer, por el quebrantamiento de condena del hombre.
Precisamente por ese delito y por otro de amenazas, en 2019 fue condenado a 15 meses de prisión. Ya en septiembre del año pasado se ordenó su "inmediato" encarcelamiento. Pero en agosto formalizó cambiarse de sexo.
Algo que para el abogado tenía un evidente fin: "Evitar las penas concretas para hombres que ejercen violencia contra su mujer o exmujer". Considera que supone "beneficiarse de algo a lo que, en realidad, no tiene derecho".
"La utilización por parte del agresor de esta norma persigue el uso torticero que se pudiera hacer de una ley", ha señalado en su comunicado. Añade que la defensa del inculpado ha solicitado un indulto.
Frente a ello, el letrado de la acusación particular ha avisado de que "el cambio de sexo registral se ha hecho sin la exigencia de buena fe".
"La ley dejó claro que los varones no pueden eludir las condenas por violencia machista", recuerda. Aunque se inscriban como mujeres, "se mantienen las responsabilidad jurídicas que tuviesen antes de la rectificación".
Ya en septiembre de 2023 trascendía el caso de Antonio Luis B.R., quien tras haber sido condenado a cárcel por violencia de género había acudido al Registro Civil y se había inscrito como mujer.
Lo hizo en virtud de la vigente ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y garantía de los derechos LGTBI, solicitando después ser indultado de sus penas de prisión al considerarse una persona "nueva".
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