Una rápida intervención siempre es sinónimo de esperanza, cuando la vida está juego. Por eso, una celadora y un bombero fuera de servicio no dudaron en ayudar y salvar a un conductor accidentado. Le había dado un infarto al volante.
Justo también hoy hemos publicado la noticia de una anciana que ha sufrido una parada cardíaca, revertida con éxito por los profesionales sanitarios. Este ha sido un caso bien distinto al otro.
Ocurrió el 12 de agosto en la carretera A-4132, en dirección a Órgiva (Granada), cuando un hombre de unos 60 años iba conduciendo por allí.
Tras sufrir un ataque al corazón, se desvió y su coche se estrelló contra un talud. Dio la casualidad que por la misma zona viajaba Victoria Serrano, celadora-conductora del centro de salud de Castell de Ferro.
Junto a su marido, que es bombero del Consorcio Provincial de Granada, ambos observaron el accidente de tráfico que había tenido lugar. Ellos estaban fuera de su horario laboral y se desplazaban en su vehículo particular.
Así lo ha especificado UGT, que ha dado a conocer la que han calificado como "actuación ejemplar" de la trabajadora, afiliada al sindicato, y su esposo. Llevaron a cabo un acto de "determinación y valor".
Al detectar el siniestro, inmediatamente detuvieron su automóvil porque todavía no había llegado la ambulancia. La víctima no presentaba signos vitales, por lo que le practicaron la reanimación cardiopulmonar.
Durante diez minutos estuvieron realizando los ejercicios oportunos hasta que consiguieron recuperarlo. Además, lo acompañaron hasta que la asistencia sanitaria apareció y lo trasladó al Hospital de Motril.
Allí, las pruebas confirmaron que había padecido esa parada cardíaca justo cuando conducía. Desde UGT han querido extender el "reconocimiento a todos los empleados" que prestan sus servicios "más allá del deber de su puesto de trabajo".
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