Recorrió cientos de kilómetros de costa, desde Cartagena hasta Rota, para terminar olvidado y desmontado en un almacén de Jerez de la Frontera. Ahora dos asociaciones se han unido para intentar rescatar un cañón de artillería antiaérea que luchó en plena Guerra Civil en Almería, defiendo el Estrecho durante décadas y se salvó de convertirse en chatarra escondido en una bodega.
La historia de este cañón empieza en Cartagena. Allí esta Vickers 15,24 formaba parte de la artillería de costa hasta que en 1937 viajó a Almería en plena Guerra Civil Española. No fue la única, según explica el historiador Ginés Valera. En total se llevaron cuatro cañones de Cartagena, una pieza de cada batería de El Jorel, La Parajola, Aguilones y La Chapa y se instalaron en Roquetas de Mar y en Cabo de Gata, donde estuvieron durante casi dos años combatiendo.
Al acabar la guerra los cañones son desartillados en 1940 y se trasladan al Estrecho. Desde la costa de Rota, se armaron en la batería de Punta Candor para defender esta estratégica de posibles ataques. Allí pasaron décadas hasta que a finales de siglo quedaron en desuso. La zona de defensa acabó convirtiéndose en un mirador y los cañones vuelven a desartillarse.
Parecía ser el final de esta histórica batería. "En 1996 el destino de la mayoría de estos cañones pasaba por el soplete y la venta como chatarra", nos explica Juan Lorenzo Gómez Vizcaíno, coronel de artillería en la reserva y presidente de AFORCA, la Asociación de Fortalezas y Castillos de Cartagena, que ha investigado en profundidad el viaje de este cañón a través de la historia.
Sin embargo, el cañón no acabaría como chatarra, consiguió salvarse del soplete y acabó viajando hasta la localidad de Jerez de la Frontera, en la provincia de Cádiz. Allí esquivó su destino guardado en una bodega, que años más tarde decidió deshacerse de él. Así acabó en un almacén donde se le perdió la pista en el año 2002.
Allí, dos décadas después, lo ha rescatado del olvido Julián Calvo, un miembro de la Asociación Conde de Gazola formada por antiguos alumnos del Real Colegio de Artillería de Segovia. Desmontado por trozos, a través del número de filiación que aparece en la culata consiguieron identificarlo como uno de los cañones de la batería de Punta Candor, que procedía de Almería y que antes estuvo en Cartagena.
Ahora se han propuesto junto a la Asociación Santa Bárbara de Jerez recuperar el cañón para la ciudad. Están restaurando y pintando cada una de las piezas. "Lo hacemos con la colaboración de particulares y talleres de Jerez", dice Joaquín de la Cámara, de la Asociación Conde de Gazola. Para montarlo de nuevo contarán con el asesoramiento de especialistas del Regimiento de Artillería de Costa número 4 de Cádiz.
Cuando esté acabado se va a instalar frente a las instalaciones de la policía en una de las explanadas del antiguo acuartelamiento RAAA 74 de Jerez de la Frontera, que ahora pertenece al ayuntamiento. Allí, una placa recordará el viaje y la historia de este cañón que salió victorioso de mil batallas y apunto estuvo de ser derrotado por el olvido.
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