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Encontrar piso siendo universitario es una odisea en sí misma. A las dificultades esperables como que te convenza el precio, la ubicación o los compañeros a Jose Carlos se le sumó una más, la de ser chico.
Jose Carlos Pagán es estudiante de tercer año de ingeniería electrónica en Granada y la búsqueda de un piso le ha dado más de un quebradero de cabeza “En la mayoría de anuncios pone que solamente aceptan chicas, y eso hace que tengas que descartar muchas opciones que por piso, por ubicación o por precio están muy bien pero no te admiten, y es algo inamovible”.
Y es que como comenta ángel Muñoz, presidente de la Asociación de Inmobiliarias de Granada “El caso de buscar chicas antes que chicos no es algo reciente, históricamente los caseros creen que las mujeres son más ordenadas y generan menos problemas, aunque cada caso sea un mundo”.
Los datos de las inmobiliarias también apuntan a que entre los 18 y los 24 años, las mujeres suponen el 84% de la demanda de alquiler en España, gracias en parte a, como señala Ángel “ser más precavidas.” “La tónica que encontramos es que las chicas empiezan a buscar piso antes, incluso antes de comunicarlo en el que están viviendo en ese momento, lo que provoca un déficit en el número de pisos en el mercado y complica aún más la búsqueda”
Los estudiantes de “primera hornada”, aquellos recién salidos del instituto, no saben aún cómo buscar piso ni con quien compartirlo, todo esto junto al estrés de la reciente selectividad hace que se lleven la peor parte.
Jose Carlos reconoce haber aprendido de errores pasados: “En mi primer piso se me complicó la búsqueda por estar liado con los exámenes y lo dejé para el último momento, este año no queríamos que nos pillase el toro otra vez y lo buscamos con más antelación y hemos tenido menos problemas”.
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