De nueve de la mañana a nueve de la noche y de lunes a domingo, el verano de Miguel es pasear un carro con 200 kilos en productos por la playa de Zahara de los Atunes, en la costa gaditana. Un enorme mercadillo portátil donde se puede comprar de todo y al que han bautizado como el 'Corte Inglés' de la playa.
En su carro, como él lo llama, hay desde bañadores, flotadores o pareos hasta tablas de surf, sombrillas, mesas o sillas de playa que se pueden alquilar con opción a compra. "Me dan un dinero de reserva y luego se lo devuelvo si no quieren quedárselo", explica Miguel Ángel Gimeno a Informativos Telecinco.
Escondido bajo las decenas de artículos se esconde el truco de este enorme carro. "No lo empujo yo", nos confiesa Miguel. Para desplazarse por la arena utiliza un sistema a motor con ruedas de oruga. "Es una maquinita como una mulilla aunque antes cuando empecé sí que lo llevaba a mano".
Antes es hace 21 años, cuando este aragonés de Sabiñán (Zaragoza), llegado por amor a Sevilla, decidió ponerse a vender artículos por esta playa de la provincia de Cádiz. Poco a poco su carro se fue llenando de más productos y haciéndose más grande. "Este año la novedad son los gorros que se levantan las orejas y tienen luces", comenta Miguel, "funciona muy bien y a la gente le hace gracia".
En el humor está la clave de este vendedor que no pasa desapercibido. "Les hago reír y yo me río", y así conecta enseguida con clientes llegados a la playa de Zahara desde todos los rincones de España. "Disfrutando ellos, disfruto yo".
Pero no todo han sido risas durante estas dos décadas. Miguel recuerda bien el año que vio a un bañista agotado en el agua mientras era arrastrado por la corriente. En ese momento cogió un silbato y empezó a hacer aspavientos para avisar al socorrista. "El hombre me dijo que me debía la vida", dice con orgullo.
A veces no es salvar una vida, a veces es salvar el día a un niño que se ha perdido de sus padres o que ha perdido la pelota que acababan de comprarle. "Le regalo otro y se le cambia la cara y sus padres te lo agradecen", cuenta Miguel, "haces feliz a un niño y haces feliz a toda la familia".
Su cajón está lleno de historias de verano que ha ido recopilando entre anécdotas, recuerdos y fotografías de su peculiar carro que han dado ya la vuelta al mundo.
La temporada de venta de Miguel acaba el próximo siete de septiembre. A partir de entonces guarda su mercadillo portátil y se dedica su verdadera pasión, la naturaleza. "Mi familia siempre ha tenido viveros y yo quería hacer algo para informar y aconsejar a la gente sobre plantas", nos cuenta.
Por eso creo la asociación "Plantamos Vida" en la que comparten conocimientos sobre flora diferentes expertos de distintos ámbitos, desde biólogos hasta simples amantes de la naturaleza. Se dedican a promover la plantación de árboles "por los que nos van a seguir", dice Miguel haciendo referencia a las nuevas generaciones, "si conseguimos plantar aunque sean 50 árboles en un año, ya son 50 árboles más y eso es muy importante"
El próximo 15 de septiembre, Miguel cumplirá 70 años y de momento no piensa dejar de plantar árboles ni de pasear su carro lleno de productos por la playa. "Seguiré hasta que Dios me deje y mientras la salud me aguante", nos cuenta, "si esto lo dejo hay mucha gente que va a ser menos feliz".
El día que el corte inglés de Miguel no abra en la playa de Zahara de los Atunes ya no será lo mismo y sus clientes se lo dicen a diario. "Eso me hace muy feliz", confiesa este aragonés que vende en Cádiz de todo menos una cosa, las risas... que las regala.
Suscríbete a las newsletters de Informativos Telecinco y te contamos las noticias en tu mail.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.