Este martes, 2 de julio, se cumplen nueve años de la desaparición de Francisco de Asís Molina Sánchez, conocido como Paco Molina, el menor de 16 años cuyo rastro se perdió en la ciudad de Córdoba en 2015 después de que quedara con unos amigos. El joven salió de casa de sus padres solo, sin avisar y con apenas unos euros en el bolsillo. Su familia asegura que fue visto por última vez subiéndose a un autobús que se dirigía a Madrid, pero en todo este tiempo nunca se ha sabido realmente qué sucedió.

Isidro Molina, el padre del adolescente (que ahora tendría 25 años), ha vuelto a lanzar esta jornada un llamamiento a la ciudadanía para que siga colaborando y puedan encontrarle, recogen fuentes como 'Canal Sur'. No se rinde después de nueve años, como la madre de Paco, Rosa, y el hermano menor del joven, Pepe. El caso fue archivado, pero el Juzgado de Instrucción número 7 de Córdoba reabrió la causa en 2019 y la investigación continúa abierta. El entorno del menor ha barajado numerosas hipótesis; entre ellas, que se esfumara de forma voluntaria, pero engañado y manipulado por una tercera persona, que pudo influenciarle para irse. Paco nunca ha vuelto a llamar a sus seres queridos ni ha dado señales en redes sociales.

La alerta de SOS Desaparecidos por el caso de Paco Molina:

Esta es la cronología de la desaparición de Paco Molina en Córdoba capital:

La Policía Nacional y la Guardia Civil, en diversos operativos y labores, han tomado declaración a unos 300 testigos en todo este tiempo. Además, se han descartado alrededorde 30 supuestos avistamientos y se ha investigado a más de 150 personas por su posible vinculación con la desaparición. Junto a Interpol, se le ha buscado en Alemania, Italia o Irak, entre otros países. La familia de Paco ha tenido que soportar este tiempo incluso que se aportaran pistas falsas. Un hombre fue condenado por este motivo en 2017 a seis años de cárcel una multa de 700 euros tras reconocer los hechos y pedir "disculpas".

Según algunos informes, el joven mantuvo contactos con agrupaciones políticas en los meses previos a su desaparición, pero no se ha conseguido ningún dato respecto a su paradero en este sentido. Se han barajado todas las hipótesis. El entorno teme que le pudiera suceder algo. No obstante, una de las líneas de investigación más relevantes para la familia, una de las informaciones determinantes por las que se reabrió el caso, fue que Paco pudo ser manipulado por personas mayores en aquel momento y captado por una secta. Aunque este extremo no se ha confirmado.

La familia de Paco Molina no pierde la esperanza ni nueve años después. Mantienen abierto el apartado de correos 3011 de Córdoba para recibir cualquier información que pueda ayudar a esclarecer el caso. Asimismo, hace años activaron el correo electrónico 'buscandoapacomolina@gmail.com' para recabar más datos e imágenes de ciudadanos en las fechas cercanas a la desaparición.

Tanto Isidro como Rosa lamentan que tengan que ser "víctimas colaterales" de esta desaparición. Por ello, piden el mayor apoyo posible para saber cuánto antes que le ocurrió a su hijo. Desde el CNDES también se activó una alerta de búsqueda desde el inicio. El organismo, además, lanzará un proyecto piloto basado en un tratamiento psicológico aplicado a las familias de personas desaparecidas.

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