La vida ha dado un giro de 180 grados para Lea, la perra de Huelva que hace un mes y medio cayó al vacío desde la ventana de un tercer piso, donde había sido castigada. Tras ser socorrida por los vecinos, una jueza decidió retirarle la custodia a su dueña inhabilitándola además para tener animales.
Desde entonces, Lea ha pasado por quirófano para tratar las fracturas en dos extremidades provocadas por el fuerte impacto de la caída. Tanto su mantenimiento como su tratamiento ha tenido un coste de más de 2.000 euros y ha sido sufragado gracias a las aportaciones económicas que han hecho cientos de personas desde que se conoció su caso.
Durante más de un mes y medio de recuperación, Lea ha hecho honor a su nombre, que significa fortaleza, y ha salido adelante. Hasta ahora ha estado acogida en el refugio de La Tropa de Isra, en la provincia de Huelva. Allí coincidió con Castaña, otro de los perros cuya custodia fue retirada a su dueña y que hace una semana también encontró una nueva familia.
Ahora ha sido el turno de Lea. "Ayer le pusimos un arnés y la montamos en el coche, un coche que la llevó a su felicidad", publicaban desde el refugio, "dos ángeles que le han abierto las puertas de su hogar y que la esperaban desde el primer día, dos ángeles que fueron los primeros en prestarle la ayuda aun cuando a Lea nadie la conocíamos".
Aún le quedan algunas revisiones para ver que todo sigue bien y no se descarta que pueda volver a entrar a quirófano, pero lo peor ya ha pasado. Lea tiene un nuevo hogar... quizás el primer hogar de verdad que vaya a conocer en su vida.
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