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Junto a la foto de una gata sphynx, desde Granada un anuncio publicado en redes sociales decía: "Se vende hembra embarazada porque tengo tres más embarazadas y ya estoy hasta el co.. de gatos". Por cada uno pedía 200 euros, pero la indignación que ha despertado, no tiene precio
El anuncio llegó a manos de la Tropa de Isra, un joven de Huelva que se dedica al rescate de animales abandonados o maltratados. Tras leer el anuncio decidió actuar y haciéndose pasar por un cliente contactó con la dueña de los gatos a través de Instagram.
"Le dije que había visto la publicación", cuenta Israel a Informativos Telecinco, "y que estaba interesado en comprarle la gata del anuncio". El precio en criaderos legales de un gato sphynx o gato egipcio ronda los 500 ó 600 euros, pero en este caso la vendedora pedía 200 euros por cada una de las tres gatas y 300 por un cachorro.
"Imaginad mi paciencia estos días tratando con alguien así, tratando con una criadora ilegal", cuenta Isra, que tuvo que ponerse en la piel de uno de sus peores enemigos, "a la altura de un cliente que no le importa nada más que pagar esos 200 euros para coger un gato".
Después de negociar con ella a través de mensajes de móvil, quedó en comprarle todos los animales, tres hembras supuestamente embarazadas y el cachorro. "Había que sacarlas de allí como fuera", nos cuenta, que ha pagado unos 1.000 euros para que ninguna de los cuatro siguiera en esa casa.
"Luego pedí a dos chicas particulares de Granada que fueran a recoger a las gatas como si fueran amigas mías", dice Isra, y de ahí viajaron a su refugio, en la provincia de Huelva, donde ahora se encuentran los animales descansando. "Vienen muy mal", nos cuenta, "la mamá y el cachorro están hechos polvo".
Aún tendrán que pasar una revisión veterinaria completa, pero los primeros resultados obtenidos muestran ya casos de anemia y en una de las gatas ya se ha comprobado que no está preñada, como aseguraba su vendedora. "Habrá que ver si las otras sí lo están", comenta Isra, que cree que la dueña usaba las gatas para cría.
"Han estado pariendo celo tras celo", asegura Isra a Informativos Telecinco. Eso es lo que le impulsó a comprar a los animales antes de poner la denuncia. "No podíamos esperar más". Ahora, mientras el caso paso a manos de su abogada, Isra busca ayuda para mantener a las gatas.
"Necesitamos ayuda llevarlas al veterinario, castraciones, analíticas, ecografías, chips, test, etc…". Todo aquello que debían haber tenido siempre, pero que nunca les dieron.
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