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El juez que investiga la muerte de los dos hermanos de Huétor Tájar a manos de su abuelo ha decretado bajo secreto de las actuaciones. Los investigadores tratan de averiguar si el hombre drogó a sus nietos.
Aunque se barajó la posibilidad de que el menor de los hermanos, de 10 años, fuera asfixiado, la autopsia preliminar no es concluyente, como ya se apuntaba este miércoles.
Los investigadores barajan la posibilidad de que los niños fueran drogados. Los forenses buscan rastros de medicamentos en los análisis toxicológicos.
Para ello están analizando la sangre de los menores y restos de vómitos de los menores que se hallaron en el piso cuando entraron los agentes, según informa El Ideal de Granada.
Los hermanos, de 12 y 10 años, estaban en habitaciones separadas. Los forenses si han concluido que el mayor murió de un disparo por detrás.
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