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Continúa la lucha de las autoridades contra la droga. Si ya el pasado sábado informábamos de la desarticulación de un grupo en la Costa del Sol, hoy la Policía Nacional ha comunicado un caso con especial relevancia.
Porque ha sido descubierto el "más complejo" laboratorio de cannabinoides sintéticos de España, en la localidad de Morón de la Frontera (Sevilla). Operaba desde hacía dos años en una nave industrial que sufrió un incendio hace pocas semanas.
Este suceso precipitó la actuación policial. Una estufa que usaban para el procesamiento de productos químicos en la síntesis de la droga causó el fuego. Afectó principalmente al horno calefactor, pero desencadenó una gran columna de humo negro.
Se expandió por el resto de las instalaciones adyacentes. Al lugar acudieron los bomberos y sanitarios, así como agentes. Encontraron a un individuo con signos de asfixia por inhalación. Fue evacuado a un hospital de inmediato.
Pero también acabó detenido, tras el registro del recinto. Porque, cuando fueron sofocadas las llamas, vieron que existía una habitación oculta en el fondo. Allí fabricaban las sustancias estupefacientes.
En cualquier caso, la Policía Nacional ya estaba investigando a un grupo criminal formada por ciudadanos de Europa del Este. Especialmente ucranianos y lituanos, que tenían una nave en un polígono del mencionado municipio sevillano.
Al acceder los agentes al laboratorio escondido, vieron que contaba con una infraestructura especializada para sintetizar cannabinoides. Altamente sofisticada, además, con diversa maquinaria, equipos e instrumental.
El espacio estaba diseñado con ventanas selladas, un sistema de ventilación propio y una complicada red con tres grandes reactores. Se podía comparar perfectamente con una planta piloto de cualquier empresa química importante.
Encontraron dos criostatos de gran capacidad para mantener bajas temperaturas allí, refrigerar y realizar reacciones. Igual que otros reactores de acero inoxidable, aptos para presión y reacciones complejas.
Por otro lado, hallaron un rotavapor (que permite la evaporación del disolvente para concentrar el producto), matrices de vidrio y placas calefactoras para destilaciones a alta temperatura. Igualmente tenían máquinas de envasado al vacío y un sistema de filtrado tipo Buchner.
Los investigadores destacan también que localizaron diferentes tipos de reactivos que se suelen usar en procesos químicos de reducción. Por ejemplo, la denominada Disolución de Triisobutil aluminio (TiBA), enmascarada como bote de piña.
Se trata de una peligrosa sustancia, que reacciona violentamente con el agua y el aire. Requiere de un férreo control, de ahí que se descubriese una caja seca y un sistema de atrapamiento de la humedad.
En esta operación se han intervenido en total 15 kilos de metanfetamina y 121 kilos de precursores, que se utilizaban para fabricar drogas. Además de todo el material de laboratorio, valorado en más de 200.000 euros, más el de vidrio en más de 100.000.
Sobre los arrestos de más miembros de la organización, no ha trascendido nada más al respecto.
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