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La Audiencia de Almería ha impuesto penas que suman 38 años de prisión a un hombre al que un jurado popular declaró culpable del asesinato del tío de su exmujer, así como de intentar matar a cuchilladas a la que había sido su suegra, para robar en la casa de esta última.
La sentencia hace suyo el veredicto del jurado popular, que declaró probado que el acusado acudió el 3 de enero al piso de su exsuegra, que vivía en el mismo edificio que él, con “ánimo de obtener dinero y joyas”, para lo que llevaba oculto un cuchillo de grandes dimensiones.
Tras llamar al timbre de la vivienda y con la excusa de coger unas zapatillas que su hijo había dejado, el acusado se dirigió al dormitorio de la mujer, dónde fue sorprendido por ésta cuando sacaba una caja en la que la víctima guardaba dinero y joyas. Cuando su exsuegra le recriminó por lo que hacía, sacó el cuchillo y se lo clavo en el costado derecho con animo de causarle la muerte, lo que hizo que la mujer cayese herida en el suelo.
Después fue al salón donde estaba sentado en un sillón el hermano de la mujer, al que asestó seis cuchilladas, con intención de acabar con su vida. En este caso, seccionó la aurícula derecha del agredido, que murió por shock hipovolémico sin haber podido defenderse. Su exsuegra sufrió lesiones de riesgo vital en hemitórax derecho y abdomen que requirieron cirugía y precisaron 234 días de curación.
Fue atendida en un primer momento por su hija, la expareja del acusado, que es enfermera y llegó al lugar poco después que la Guardia Civil tras ser alertada por su madre por teléfono. El acusado, que incluso llegó a mentir a una operadora del servicio de teleasistencia cuando su exsuegra intentó obtener ayuda con el dispositivo electrónico que tenía a tal efecto, fue detenido poco después en un prostíbulo de Roquetas de Mar (Almería) con la caja con el dinero y las joyas en su poder.
El hombre fue grabado por las cámaras del garaje del edificio cuando salía con la caja así como por otras cámaras en los alrededores del prostíbulo. Por estos hechos, el acusado ha sido condenado por un delito de asesinato consumado, en concurso medial con un robo con violencia en casa habitada, a 23 años de prisión, y además a 15 años más de cárcel por un delito de asesinato intentado.
Se le imponen dos órdenes de alejamiento de mil metros, durante 23 y 20 años, respecto de su exsuegra, su exmujer y la hermana de esta última, que tiene una discapacidad y estaba en la casa el día en que se produjo el crimen.Asimismo deberá indemnizar con 120.000 euros a la familia del fallecido y a su exsuegra por las lesiones y secuelas causadas con 90.000, así como con 200 por el dinero no recuperado y sustraído.
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