"Estoy un poco mejor, haciéndome muchas preguntas", dice Alina, la madre de las dos pequeñas asesinadas por su padre hace una semana en Almería. La joven de 23 años y de nacionalidad rumana ha atendido hoy a un equipo de Informativos Telecinco para explicarle que, de momento, su idea es seguir en España "porque aquí es donde están mis hijas".
La hijas de Alina fueron enterradas en Abla, y allí asegura la madre que acude cada noche a encender una vela desde que fallecieron. "Si pudiera ponerme una cama al lado del cementerio lo haría", cuenta la madre a Informativos Telecinco que, de momento, no ha vuelto al trabajo ni a la casa donde residía con ellas.
Alina ha querido explicar que nunca imaginó que su expareja pudiera hacerle daño a sus hijas y por eso siguió viéndolas. "Mis niñas venían siempre muy contentas", dice su madre, "yo le preguntaba si les daba de comer y me decían que todo bien, él siempre se mostraba muy cariñoso con sus hijas".
Ahora todo ha cambiado. En un escenario de dolor, Alina intenta seguir adelante, pero le cuesta. "Cristian sabía que si se mataba él yo sería fuerte", explica Alina, "pero de esta forma no". Y aún así ha sacado fuerzas para lanzar un mensaje a otras mujeres: "si son maltratadas que tiren hacia delante con sus hijas sin miedo que ellas solas pueden".
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