El presunto asesino de sus hijas en Almería habría envenenado a las pequeñas, de 2 y 4 años, y después se habría suicidado. Fue Alina, la madre quién se los encontró, según cuenta en el vídeo Coral Larrosa. Fue a su jefe a la primera persona que llamó.
“Mis hijas, mis hijas”, gritaba Alina cuando llamó a su jefe tras descubrir los cadáveres de sus hijas.
Ella había buscado cobijo en Abla, en un pueblo de Almería, huyendo de los episodios de violencia que había sufrido.
Como el padre no llegó a la hora de devolverle a las menores el domingo, le dijo a su jefe que iba a buscarlas. Al llegar a la casa de labranza, donde vivía su exmarido desde que se separaron, encontró ya a sus hijas fallecidas. El exmarido aún estaba con vida.
Cristian, de 35 años, habría envenenado a las dos niñas, de dos y cuatro años, antes de tomar la misma sustancia. Tenía una orden de alejamiento de la madre, de 22 años, por maltratato.
Sin embargo, un acuerdo judicial desde hacía un año permitía que el padre viera a las niñas los sábados y los domingos de 12 a 18 horas. Aprovechó ese momento para acabar con la vida de sus hijas, Larisa y Elisa.
La localidad de Abla, Almería está consternada. Nadie entiende como ese padre podía tener un permiso para estar con sus hijas.
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