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Después de su entrevista para Informativos Telecinco, el teléfono de Reyes no dejó de sonar. Decenas de llamadas y mensajes de apoyo para la joven sevillana que pedía ayuda para que su padre pudiera ingresar en la misma residencia donde está su madre. Y entre todas las llamadas una le llenó de esperanza, la de la Junta de Andalucía.
"Dijo que era la gerente de dependencia", cree recordar Reyes que atendió nerviosa el teléfono en su casa, "tenía mi número porque se lo habían dado en Servicios Sociales". Durante unos minutos le informaron de los pasos que debía dar para pedir una reunificación familiar y de los plazos de tiempo para que se lleve a cabo.
Minutos más tarde recibió un email con la solicitud para rellenar. "Yo solo pido que la ayuda sea real", dice Reyes preocupada porque el estado de salud de su padre parece empeorar. "Lleva dos días de bajón", cuenta a su hija, "hoy lo ha visto el fisioterapeuta y piensa lo mismo". Mañana tiene cita con el neurólogo.
Entre terapias y médicos, José Vicente pasa los días encamado sin poder moverse. Un ictus le ha paralizado la parte derecha de su cuerpo. "Está todo el día en la cama, pero no puede dormir, ha perdido el 50% de la visión y dice cosas inconexas", explica Reyes, que ha tenido que dejar su trabajo de profesora de danza urbana para cuidar de él.
No es la única persona de la que cuida. En su casa también se encarga de mantener a su hermano, con un 72% de discapacidad. Antes ayudó a su padre durante 18 años a cuidar de su madre, Maribel, totalmente dependiente por las graves secuelas que le ocasionó un tumor cerebral y la posterior operación para eliminarlo.
Hace tres años tuvieron que ingresar a su madre en una residencia para que estuviera mejor atendida. Su padre con 71 años era incapaz ya de cuidar de ella 24 horas del día. Sin embargo, iba a verla a diario a la residencia y hasta se endeudó para poder pagar la plaza privada hasta que le dieron la concertada.
"Debe 20.000 euros que pidió en adelantos de su sueldo", dice su hija, que no supo nada hasta hace unas semanas, "pensaba que tenía el dinero para pagarlo". Reyes cree que la deuda, la situación de su madre y el estrés que todo ello le ocasionaba a su padre están detrás del ictus que sufrió a principios de año.
En cama y sin moverse, su padre; en silla de ruedas y en una residencia, su madre... hace ya mes y medio que no se ven. Separados por primera vez en 44 años, su hija ahora pide ayuda para que puedan compartir al menos la residencia y seguir juntos como siempre habían estado.
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