El día 12 de enero, la Policía Local de Sevilla recibió a través de los Servicios Sociales la petición de colaboración en un caso relacionado con una menor imposible de localizar, ni a ella ni a sus familiares. El último contacto telefónico con un familiar había sido en septiembre de 2023.
A partir de entonces no volvieron a acudir a las citas con Servicios Sociales, ni hay forma de dar con ellos. Además, en el intento de búsqueda, se detectó que desde hacía dos años en la menor no tenía matricula formalizada el último centro educativo al que asistió.
A esto hay que añadir que la niña contaba con un expediente de Notificación de Posibles Situaciones de Riesgo y Desamparo de la Infancia y la Adolescencia que se activó en el pasado mes de julio. Fue entonces cuando la menor visitó las urgencias generales del Hospital Universitario Virgen del Rocío por unos cortes en el antebrazo izquierdo que declaró se había hecho tras una discusión con su madre.
Evaluada por el servicio de urgencias, el hospital remitió el informe médico y su valoración al Servicio de Protección de Menores de la Junta de Andalucía que a su vez emitió una solicitud a los Servicios Sociales para requerirles información sobre la situación de la menor ante una posible situación de desamparo que pudiese existir.
El educador social del centro de Servicios Sociales que le atendía en el distrito de San Jerónimo, tras haber realizado todas las gestiones oportunas para intentar localizar a la menor y siendo todas ellas infructuosas, finalmente requiere de la intervención del Equipo de Agentes Tutores de la Policía Local.
Los Agentes Tutores comenzaron las labores de localización pertinentes en el supuesto domicilio de la menor en el que actualmente se encuentra un salón de juegos. Según la documentación aportada y las manifestaciones de los propios vecinos, el local ya no es propiedad del padre de la niña. Posteriormente, los agentes se trasladan, sin éxito, a la dirección en la que figuran empadronados tanto los padres como la niña.
En paralelo, los policías continuaron con las indagaciones a través del CEIP Adriano, centro donde se vio acudir a la menor por última vez en el mes de febrero del año 2021. Posteriormente realizó el traslado de su matrícula al Colegio Internacional Europa, ubicado en Espartinas, aunque según pudieron comprobar los policías, no se llegó a formalizar por lo que el centro procedió a dar la baja en el sistema educativo.
Por último los agentes detectan un establecimiento comercial que podría ser del padre de la menor y deciden desplazarse hasta ese punto. Una vez personados en dicho local, observan que en la cabina de pagos y cobros del establecimiento, hay una niña que podría encajar con la descripción de la menor a la que buscaban, junto a ella se encuentra una mujer adulta. Los policías procedieron a identificaron de ambas personas que resultaron ser la menor en paradero desconocido y su madre.
Los policías, comprobaron en primer lugar, que el estado físico de la menor era bueno. Tras una breve entrevista con la madre y, al ser cuestionada sobre el por qué no ha escolarizado a su hija, ésta manifiesta que la niña estuvo escolarizada años atrás.
Los agentes informaronn a la madre de sus obligaciones legales de escolarizar a la menor hasta que tenga, como mínimo, 16 años ya que, en caso contrario, puede suponer una infracción de carácter, incluso, penal. La menor deberá volver a las clases en un centro educativo y su caso permanecerá bajo vigilancia de los Servicios Sociales Municipales que ya disponen de contacto con la familia.
Los dos policías encargados del caso, ambos integrantes del grupo de Agentes Tutores, han recibido una felicitación en la Orden del Cuerpo por su labor de investigación. La unidad de Agente Tutor de la Policía Local de Sevilla, a la que pertenecen, tiene entre sus funciones más destacadas la prevención y detección del absentismo escolar.
El programa, cuenta con agentes de la Policía Local formados para cooperar en la resolución de conflictos privados y en la actuación en el entorno escolar, así como, en la resolución de conductas de riesgo relacionadas con la infancia y la adolescencia, como es el caso del absentismo.
Los Agentes Tutores son policías seleccionados y formados para velar por el bienestar de los menores por lo que tienen una colaboración permanente con los profesionales de la comunidad educativa y del ámbito social como agentes de la autoridad. Además de la labor preventiva en materia de absentismo, entre sus funciones, también se encuentra la intervención ante los requerimientos relacionados con menores de edad, como ha sucedido en este caso.
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