Mantecados de Kinder, Nutella o al Pedro Ximénez, la pastelería de Cádiz que reinventa el sabor de la Navidad
El mantecado de Kinder que elabora esta pastelería ha desbancado a los de sabores tradicionales
Sabor a chocolate blanco, turrón o al Pedro Ximénez son otras de las innovaciones que venden cada año
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Los mantecados son como la religión, los hay fieles a la almendra, devotos del limón y hasta los que mueren por el coco. Así ha sido durante décadas y así seguiría siendo si no fuera porque una nueva fe se hornea ya en una pequeña pastelería de Medina Sidonia, en Cádiz... y trae nuevos sabores a la Navidad.
"La idea se le ocurrió a mi padre", dice José, hijo de Pepe el Soldao, el hombre que ha introducido en el mercado de la navidad los mantecados de Kinder, Nutella o galleta Lotus. Al ver que esos sabores funcionaban muy bien sobre los pasteles que vendía a diario, decidió hacer lo mismo con los mantecados.
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"Cuando me lo dijo mi padre pensé que estaba loco", asegura su hijo Jose. Aún así le hicieron caso y el primero que crearon fue el de Kinder... y triunfaron. De hecho a día de hoy es el mantecado que más venden en la pastelería, por encima incluso de los clásicos como el de canela, almendra o cacao, que también venden.
Con el éxito del mantecado de Kinder, llego el de Nutella y más tarde el de galleta Lotus. También han creado uno de turrón y la última incorporación fue un polvorón al Pedro Ximénez. Cada nuevo sabor que ponen a la venta triunfa. "Nos hacen pedidos desde toda España", dice Jose, que asegura que no conoce ningún otro pastelero que haga este tipo de mantecados.
De venta a obrador
Ahora están en plena campaña de navidad, apenas hay tiempo para hablar en su obrador, un pequeño local en la carretera que une Medina Sidonia con Benalup. Allí levantaron sus abuelos una venta donde llegó a comer el premio Nobel García Márquez y que sus hijos reconvirtieron en una panadería.
Con las nuevas generaciones se fueron incorporando los dulces y más tarde sus especialidades, como los alfajores o el amarguillo. Al final, la panadería-pastelería terminó por convertirse en obrador y ha sido aquí, en el seno de una familia que siempre está cambiando, donde los sabores de la Navidad se han renovado.