Desde fuera parece un hotel casi cerrado. No hay apenas ventanas abiertas y la mayoría de los balcones están vacíos. Solo si uno espera lo suficiente verá que el Hotel Alegría está hoy abierto, aunque siga fuera de temporada. Aquí se alojan los más de 300 inmigrantes trasladados esta semana desde Canarias hasta Almería.
Solo unos pocos se atreven a salir a la calle todavía. "Wonderful day", dice un joven senegalés que ha bajado del hotel esta mañana. Va acompañado de otros dos compatriotas y un ciudadano marroquí. Los cuatro visten idénticas sudaderas y camisetas de chándal. La sonrisa de los cuatro también está calcada.
"Vamos a ver la playa", dice uno de ellos y desaparecen sin dejar de sonreír. Poco a poco van saliendo a los balcones más inmigrantes. Todos con la misma ropa, todos con la misma sonrisa. La mayoría de ellos llevan solo un día en Almería. "Nos trajeron de Tenerife a Madrid y desde Barajas viajamos hasta Almería", explica a los periodistas otro ciudadano guineano.
Después de llegar a Canarias, el sueño de todos ellos era llegar a la península. La mayoría aseguran que tienen familia en ciudades de países como Italia o Francia. Mientras intentan contactar con ellos, esperan en este hotel de 212 habitaciones ubicado en El Toyo, una zona de apartamentos y hoteles en la costa a pocos kilómetros de Almería.
Después de los meses de verano, ya sin turistas, algunos de estos hoteles suelen cerrar sus puertas y de hecho muchos de los servicios que ofrecen ahora no están disponibles. Poco importa que la piscina esté cerrada o que no haya espectáculos para esta noche... los nuevos huéspedes del Hotel Alegría hoy no paran de sonreír.