Las últimas horas de vida de Álvaro Prieto empiezan a aclararse gracias al testimonio de los testigos que le vieron ante de sufrir el mortal accidente que le costó la vida al electrocutarse mientras intentaba subirse a un vagon de Renfe estacionado en la Estación de Santa Justa, en Sevilla. Ana María, una vecina de la zona bajó sobre las nueve de la mañana del jueves a desayunar y se lo cruzó por la calle.
En su relato al programa de 'Cuatro al Día' esta mujer asegura que le llamó la atención por lo arreglado y bien vestido que iba, algo que, asegura, no es habitual. También le llamó la atención que a pesar de su buen aspecto llevase los pantalones manchados.
Ana María relata que se cruzaron las miradas y al acercarse se saludaron: "yo le dije: buenos días, hijo; y él me respondió buenos días, señora". Recuerda esta testigo cómo vestía Álvaro y los colores de sus prendas: "los colores, la camisa verde, pantalón clarito y las zapatillas blancas". También se fijó en lo mono que era y en su actitud a esa hora de la mañana: "pasó muy tranquilo con las manos metidas en los bolsillos".
Álvaro paseaba en paralelo al muro que separa la playa de vías de la estación sevillana de Santa Justa de las calles cercanas. Ana María asegura que en ningún momento lo vio asustado, o mirando a las vías como buscando algo.
Otro de los testigos que vió a Álvaro momentos antes de fallecer es Rafael. Este hombre recuerda que lo vió más abajo que cuando se cruzó con Ana María. Él cree que fue sobre las diez menos cuarto de la mañana.
Sus impresiones son similares a las de Ana María, las de un joven bien vestido, pero con el pantalón manchado. Lo describe tranquilo y Rafael insiste en que se fijó en su flequillo y en su cara, algo que le permitió relacionarlo al d´`ia siguiente cuando en un bar oyó la noticia de que estaba desaparecido.