Los padres de Álvaro Prieto se han personado en la causa abierta por el juzgado de Instrucción número 11 de Sevilla que investiga su muerte. El cadáver del joven de 18 años fue hallado el lunes, por casualidad, entre dos vagones de un tren en las cocheras de la estación de Santa Justa. El Delgado del Gobierno, Pedro Fernández, ha señalado que "era absolutamente imposible" ver el cuerpo atrapado entre los vagones.
El despacho contratado por la familia de Álvaro Prieto ya ha registrado el escrito de personación con el objetivo de “conocer los hechos y diligencias” que se vayan produciendo en la investigación del juzgado, según informa ABC.
De momento, los padres del joven cordobés no se plantean denunciar a ninguna institución. Solo quieren conocer todos los informes, declaraciones y detalles del fallecimiento de Álvaro Prieto.
Según el resultado de la autopsia, Álvaro Prieto murió electrocutado. Las imágenes de una cámara de seguridad lo captaron en el techo de un tren, donde sufrió una descarga eléctrica al acercarse a la catenaria.
Entre las grandes incógnitas de este caso está saber cómo Álvaro Prieto se subió al techo de un convoy que estaba alejado del puente por el que pudo acceder y al que es imposible subir desde el suelo sin ningún tipo de agarre.
Teóricamente, Álvaro trataba de colarse en un tren tras haber perdido el suyo y quedarse sin dinero y sin móvil.
Rafael y Julia han agradecido públicamente en un comunicado todos los esfuerzos realizados en la búsqueda de su hijo. Los padres han alabado la "profesionalidad y calidad humana" tanto de la Junta de Andalucía como la Policía Nacional, Policía Local de Córdoba y Sevilla y a la UME.
Los padres del chico han hecho extensivo el agradecimiento "al Gobierno de la Junta de Andalucía por sus preocupaciones y desvelos", así como a todas las autoridades y personas que han hecho posible "que se hayan puesto todos los medios y recursos disponibles".
La familia vive momentos muy complicados. Este jueves celebrarán el funeral de su hijo en la iglesia de la Trinidad para el que han pedido “respeto y discreción”.