Graban cómo abandona a su perra en Sevilla con una carta de despedida: “Mordía las camas, partía macetas y cavaba hoyos”

Once y media de la mañana. Camino de acceso a un refugio canino en Alcalá de Guadaira (Sevilla). La cámara de seguridad del centro graba cómo un hombre se acerca con un perro y lo ata a un poste en el que deja también pegada una carta. Después se aleja, a paso ligero, sin mirar atrás. El animal, con el rabo entre las patas, mira a su alrededor confuso. Ve a su dueño marcharse y se queda, allí, abandonado.

“Fueron unos clientes que salían los que nos avisaron”, explican desde la Fundación Benjamín Mehnert, donde lo han acogido. En la misiva, es la propia Samba, una cachorra de menos de un año, la que explica las razones de su propietario para prescindir de ella. “Hola, me llamo Samba. Fui atropellada a finales de junio. La persona que me entrega a vosotros me rescató, curó y cuidó estos meses, mientras trataba de encontrar una familia que me adoptarse, sin lograrlo. En un primer momento, decidió adoptarme, junto a su perro, pero como soy un cachorro y muy activa me dediqué a molestar continuamente al otro”, señala.

Es la primera vez en este centro, especializado en la recuperación de galgos, que encuentran una carta junto al animal abandonado. “Es completamente un lavado de imagen. Dejar una carta no te hace mejor persona. Quiere recalcar que la rescató y la cuidó para que parezca menos grave pero, ahora, es igual que aquel que la abandonó por primera vez”, denuncia Aza, una de las voluntarias, que recuerda que dejarla en la puerta de una asociación no es menos abandono.

Samba sigue explicando. “Mordía todas las camas, partía macetas y cavaba hoyos en el jardín. Los he desesperado tanto que han llegado a tal punto de tener que entregarme”, reza la misiva en la que el propietario asegura que ha tratado de dejarla en asociaciones de animales “desbordadas” que no se han hecho cargo de ella.

Piden colaboración para identificar al autor del abandono

“Excusas”, según Aza, para justificar el abandono. “Samba es una perrita buena y cariñosa. No es agresiva, ni destructiva. Simplemente, como cualquier cachorro, es muy activa. Si no puedes hacerte cargo de un animal, no lo cojas”, insiste. Ahora, tratan de dar con el responsable de estas imágenes que se enfrenta a una infracción grave, según la Ley de Protección de los derechos y el bienestar de los animales que entra en vigor el próximo 29 de septiembre. “Pedimos colaboración por si alguien lo reconoce”, apunta.

Samba, poco a poco, se va adaptando a su nuevo situación, aunque al principio fue difícil. “Estaba triste”, lamenta Aza que asegura que, esta vez, no van a abandonarla. En la Fundación tratan de encontrarle un hogar donde le den, por fin, la vida que se merece y que nunca más tenga que ver cómo su familia se aleja, sin mirar atrás.

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