Polémica servida con la Operación Desafío Ártico, que está trasladando desde Groenlandia a Málaga un iceberg de hasta 15 toneladas. Como ya contamos en NIUS, el objetivo es concienciar sobre el deshielo del planeta.
Además, se recogerán muestras para una investigación de la Universidad de Málaga. El trozo de hielo, en principio, llegará a la capital de la Costa del Sol a inicios de septiembre.
Pero lo que sucederá una vez que esté en territorio malagueño no gusta nada a Ecologistas en Acción. En un comunicado que compartieron en redes sociales el 31 de julio, mostraron su rechazo a este proyecto.
Aseguran que "tienen previsto exponerlo en pleno centro" de la ciudad, concretamente en la "calle Larios". Lo venden como "sensibilización sobre la problemática del cambio climático".
Sin embargo, el grupo ve contraproducente que justo extraigan un iceberg para después exhibirlo "como pieza de museo" en su intento de que los malagueños y turistas vean en vivo cómo se derrite.
Con una comparación, ejemplifican su argumento: "Es como si pretendieran concienciar sobre el maltrato animal con una corrida de toros".
De la misma manera, lo explican con otra de las grandes preocupaciones de estos últimos tiempos: la sequía. "Es como si extraemos decenas de hectómetros cúbicos de agua del pantano de la Viñuela y dejamos que se evapore", dicen.
Los ecologistas creen que así no se sensibiliza a la población de la "importancia" del recurso hídrico que tan escaso está en este verano 2023. El Ártico se queda sin hielo y traer un trozo de allí es "contribuir" a ello.
"Se ríen de la lucha climática", añade la organización. Incluso habla de que es un "lavado científico" porque el proyecto, con apoyo y patrocinio de la diputación provincial, busca promocionar el lema "Sabor a Málaga".
Argumentan que, realmente, quieren fomentar "el comercio exterior" de productos de la tierra entre el pueblo "inuit" que vive en la región ártica. "Es sinónimo de un aumento de emisiones de gases de efecto invernadero".
Precisamente acerca del coste medioambiental de esta aventura, en la que participan jóvenes que han superado un cáncer, critican el "despilfarro energético".
Porque el iceberg se quedó "en una cámara a -20 grados centígrados" en Dinamarca, una temperatura necesaria para que se mantenga en estado sólido y así llegue a España.
El viaje, además, organizado por el aventurero y explorador Manuel Calvo, busca "llamar la atención" con el "despliegue de medios". Junto a su equipo ha estado "paseándose por Groenlandia" con ese fin.
La aventura, que hasta ha sido filmada para que la vea todo el mundo, ha llevado a la expedición a recorrer más de 300 kilómetros por los fríos entornos naturales de la zona en 16 días de travesía.